Melilla: un universo de culturas y religiones

El instituto Cervantes de Madrid prorroga la exposición, Universo Melilla, hasta el día 16 de noviembre. Esta muestra mira a diferentes aspectos de la ciudad: la riqueza del núcleo arquitectónico modernista, los asedios y codicias sufridas a lo largo de la historia, el flujo de culturas mediterráneas conocidas gracias a los distintos dialectos y técnicas artesanales, y Melilla en la actualidad, como ciudad fronteriza dónde continua la pluralidad de etnias,orígenes y religiones

Muchos siglos han pasado desde que el reino taifas de Toledo o el Califato de Córdoba, fuesen lugares de referencia de la interculturalidad. Hoy en día, esta tradición perdura en una ciudad, que también nació con la característica de aguardar la convivencia entre diferentes etnias y religiones. Melilla, territorio español desde 1497, es desde el pasado 24 de octubre la protagonista de la muestra, Universo Melilla, que el Instituto Cervantes ha prorrogado hasta el 16 de noviembre.

A la inauguración  asistieron el presidente de la ciudad autónoma de Melilla, Juan José Imbroda, el ministro de exteriores, José Manuel García- Margallo  y el secretario general del Instituto Cervantes, entre otras personalidades. Los tres intervinieron otorgando el protagonismo a la ciudad española en el continente Africano, de la que hablaron como un lugar plural de culturas, de historia y convivencia de etnias  «Un realidad que pasa por ser una representación de nuestra historia y patrimonio histórico-artístico, pero también de la cultura sefardí y bereber. (…) Melilla viene a Madrid para mostrar su pasado y presente», comparecía  Juan José Impbroda.

La comisaria de la exposición, Aurora de la Rosa también definió la ciudad autonómica, pero desde el punto de vista artístico, como un lugar donde «el arte de la combinación y mezcla entre culturas, se detecta en las fachadas de sus edificios,en sus calles o en sus intercambios de lengua. La ciudad es un museo vivo que ha sabido conservar el carácter de mestizaje como característica propia desde su origen«.Este eclepticismo se representa a lo largo del discurso expositivo mediante diversos soportes como la fotografía, el vídeo, el documento histórico, la infografía o la pintura. En ellos descubrimos, curiosidades tales como el dialecto bereber del tamazight o  el haketía, cuyo origen se remonta  a la lengua judeoespañola,y  conservados en el tiempo gracias a la tradición oral transmitida de una generación a otra.

También se da a conocer la arquitectura modernista de Melilla, como el segundo núcleo, detrás del barcelonés,  más importantes del estilo art decó y art nouveau de España. La obra La Ciudad de las Cúpulas del artista melillense, Carlos Baeza, y  formada por 22 pinturas, es la encargada de hacer un guiño a esta riqueza patrimonial, a la que trata con idealismo y fantasía. «En Melilla se conserva un casco histórico, que llamamos el triángulo modernista, y aún siendo muy asiduo tiene una profesión de arquitectura modernista  realizado en un periodo de tiempo concreto, y que está muy bien conservado. Sin embargo, mis creaciones no es una realidad cruda, sino una realidad más basadas en los recuerdos. Es una Ciudad de las Cúpulas fantástica, ejemplo de ello es la pintura sobre la Isla de Alhucemas, que se encuentra a unos kilómetros de la costa melillense, como premontorio en la cual crear una ciudad ideal donde conviven mezquitas, arquitectura modernista o edificios neoclásicos. Me recuerda en cierta manera a la pintura La Isla de los Muertos,  de  Arnold Böcklin» , explica el pintor.

Sin embargo, la exposición contempla también la realidad del presente en la ciudad, donde el intercambio y convivencia cultural continúa, pero también las miles de personas, que intentan saltar cada año una valla, que les separa de  lugares sin oportunidades de una tierra donde se puede soñar.