Recuperado el Adán de Tullio Lombardo

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Tras doce años de trabajos de restauración, el Metropolitan de Nueva York acaba de presentar el Adán de Tullio Lombardo. Con la exposición de esta escultura renacentista y del proyecto de recuperación, el museo inaugura su nueva galería de escultura veneciana

 

El Adán de Tullio Lombardo forma parte de la colección permanente del MET desde 1936. En 2002 el pedestal que sostenía la escultura se desplomó y la obra sufrió graves daños: se rompió en 28 piezas grandes y cientos de pequeños fragmentos. Afortunadamente, la cabeza, la cara y el torso salieron prácticamente indemnes de la caída, no así brazos y piernas y el tronco de árbol sobre el que se apoya. El MET designó un equipo multidisciplinar compuesto por conservadores, científicos, ingenieros y expertos en digitalización, de dentro y fuera del museo, y tras sus análisis y valoraciones, comenzó el proyecto de restauración.

Según informan desde el centro neoyorquino, los trabajos han sido pioneros y han supuesto importantes avances en el campo de la conservación de la escultura. La intención era, por un lado, trabajar manipulando lo menos posible la pieza original para evitar el desgaste y, por otro, encontrar los materiales adhesivos y de fijación menos invasivos. Por ello, se reconstruyeron digitalmente en 3D las piezas de la escultura para ensayar con este prototipo y se desarrolló una armadura para sujetar la escultura ensamblada y abrazar los fragmentos una vez aplicado el adhesivo. Se desecharon intervenciones invasivas como los tradicionales clavos o fijaciones metálicas, apostando por fibra de vidrio. La última pieza que se colocó fue la cabeza. Tras los trabajos estructurales, comenzaron las labores de limpieza y relleno de las zonas perdidas.

La cabeza fue la última pieza que se colocó en el proceso de ensamblaje del  Adán.

La cabeza fue la última pieza que se colocó en el proceso de ensamblaje del Adán.

El proceso de restauración se expone ahora a través de textos, fotografías y vídeos junto a la escultura. Todos los pasos dados durante estos doce años han sido meticulosamente documentados, desde la primera y dolorosa fotografía de la escultura destrozada en la sala donde se exponía en octubre de 2002. Además, el museo desarrolla un programa educativo alrededor del tema, que abarca desde la conferencia que impartió el pasado viernes 14 de noviembre la historiadora de arte Anne Markham Schulz; hasta la mesa redonda entre varios especialistas prevista para febrero o, ya en julio, poco antes de la clausura de la exposición, la performance de la artista Reid Farrington. Además, el Metropolitan Museum Journal recoge tres ensayos dedicados al Adán de Tullio Lombardo que abordan el contexto histórico y artístico del desnudo en la escultura, las fuentes antiguas de inspiración del artista y los métodos pioneros de trabajo empleados en esta restauración. Estos textos se publican en el volumen 49 que se pondrá a la venta a partir del 31 de diciembre en papel (75 dólares) y online (descargable en: www.metmuseum.org/MetPublications).

El Adán ha inaugurado con protagonismo exclusivo la nueva Galería de Escultura Veneciana, un cubo perfecto diseñado según las ideales de geometría y proporción del Renacimiento y con un proyecto de iluminación que pretende evocar el ambiente de una capilla. Esa exclusividad se romperá dentro de ocho meses aproximadamente, cuando empezará a compartir la sala con otras obras como la Santa Catalina de Alejandría de Cristoforo Solari. El Adán se situará entonces en un nicho inspirado en el del sepulcro original, el de Andrea Vendramin para el que fue esculpido por Lombardo alrededor de 1490 y en el que permaneció hasta 1821, inicialmente en la iglesia de Santa Maria dei Servi y después, hacia 1810, en la basílica de Santi Giovanni e Paolo. A partir de 1821, cuando el Adán aislado del resto del monumento fue trasladado al palacio Vendramin Calergi, la estatua comenzó un periplo con parada en París y que terminaría en Nueva York, en las salas del MET. Este Adán, uno de los primeros ejemplos de desnudo clasicista de cuerpo entero en el arte veneciano, refleja armonía (la del primer hombre creado por Dios) y ansiedad (la de la víctima de la serpiente), y es considerada la escultura renacentista italiana más importante de entre las que se encuentran en Estados Unidos.

Adán, por Tullio Lombardo, hacia 1490, mármol.

Adán, por Tullio Lombardo, hacia 1490, mármol.

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