El arte joven invade La Casa Encendida

La Casa Encendida presenta hasta el 5 de abril Contando con la gente, de Neïl Beloufa, y Generación 2015; dos magníficas muestras que reflejan los nuevos conceptos e ideas que fundamentan la creación de la cultura contemporánea

Lejos de querer producir una pieza estática, y con una estética amable y bella (según los cánones convencionales), los artistas protagonistas de estas dos exposiciones de La Casa Encendida utilizan su realidad, y los medios que la constituyen, para crear piezas sugerentes y reflexivas sobre temas actuales. Algunos de los temas planteados en estas muestras del centro cultural son el poder de los sistemas de información digital, la autocrítica al sistema del arte, los nuevos significados y usos de lugares como el campo y la ciudad o acontecimientos políticos contemporáneos y cómo han sido recogidos por los Historia «oficial» desde un sólo punto de vista.

Neïl Beloufe y el universo de la pantalla 

La muestra del artista francés, Neïl Beloufe aterriza en La Casa Encendida tras su exhibición en ICA, Londres. Sin que el itinerario haya alterado ningún aspecto, el objetivo perseguido tanto por el artista como por el comisario Matt Williams en el discurso expositivo permanece intacto: reflexionar sobre las vías de comunicación actuales entre la pantalla y la persona.

Las piezas que se exhiben, instalaciones y vídeos, retan a la percepción del espectador con un modo de proyección sui generis, constituido por diferentes pantallas y superficies, que permiten jugar con  texturas y contrastes de luces y sombras. Entre los vídeos que se distribuyen por las salas, están algunas de las últimas producciones del artista francés en el 2014: VENGEANCE [ VENGANZA], Home Is Whenever I ´m With You [Siempre que estoy contigo, ahí está mi hogar] o Data for Desire [ Datos para el deseo].

Beloufa juega con la visión confusa y sugerente para que choque en el espectador, y de este modo conseguir activar su capacidad de reflexión y meditación. En palabras del artista «básicamente me interesan nuestras relaciones con las imágenes. Parece que el mundo se encuentra en un momento de reevaluación cultural. Esto ha debido de ocurrir muchas otras veces en la historia, cada vez que comienza o termina un ciclo de conocimiento o un sistema político. Es indudable que hoy en día estamos revaluando la mayoría de las jerarquías existentes».

Y es que en esta muestra se debe mirar más allá del lenguaje y los temas que se presentan; se trata del resultado de años de trabajo y búsqueda, además de formación en centros como la Universidad de Bellas Artes y Artes Decorativas de París o la Cooper Union de Nueva York.  Hasta el momento sus  obras y sus teoría artísticas viajan por multitud de instituciones culturales internacionales como el Palais de  Tokyo de París, el Dumbo Art Center de Brooklyn o la Trienal de Arte Contemporáneo de Praga. Por su trabajo también ha sido galardonado varias veces en el festival Oberhausen Kurtzfilmtage.

Generación recién salida del horno

Bajando las escaleras del ala derecha de La Casa Encendida, el visitante se adentra en Generación 2015, una exposición que pone sobre la mesa la génesis de las prácticas culturales de las últimas décadas. Otro año más se han presentado numerosas producciones a este proyecto, pero como en las otras ediciones, finalmente se han seleccionado diez piezas. El jurado formado por Nuria Enguita, Tania Pardo y Francesco Stocchi, ha sido el artífice de tomar tal decisión. Sin embargo, tanto la elección  de éste como el discurso del comisario Ignacio Cabrero, ha sido más que acertado, ya que se exhiben piezas muy diferentes entre sí, en formato, técnica y planteamientos, pero que reflejan muy bien la característica principal del arte de nuestros tiempos: la diversidad.

El hilar en el tiempo la práctica del diseño de artistas como Anni Albers con el papel actual de otras mujeres artesanas, es la intención de Textile from exile, de Karlos Matínez B (Bilbao 1982), primera instalación con la que choca el espectador. A continuación el itinerario expositivo conduce a una sala en la que se presentan los proyectos de otros cuatro artistas:

Following the ( Magnetic) North Pole de Pep Vidal (Barcelona, 1980) cuestiona la señalización de la brújula del Polo Norte magnético, como lugar no estático que cambia de coordenada según donde nos encontremos. «Una de las bases –explica el artista– es la de cuestionar ciertos conceptos que están preestablecidos por nuestra sociedad, como la  noción del norte. Tampoco pretendo transmitir una idea unidireccional, se trata más de una sugerencia. Además, este proyecto se ha constituido en varias fases, de hecho lo que expongo es un planteamiento previo a lo que pondré en práctica en abril: haré una expedición al Polo Norte (Magnético).»

Elena Aitzkoa (Álava,1984)  con su obra, Objetos nómadas,  fija la mirada en aquellos pequeños detalles y microcosmos que constituyen la realidad de cada uno: «con todos estos objetos he querido representar dos  paisajes: el que forman todas las piezas en conjunto, y el que se refiere individualmente cada bulto. Se trata de  diferentes experiencias, energías y maneras de acercarte al mundo.».

Daniel Jacoby (Lima, 1985) obtuvo hace tiempo una residencia artística en Japón, y fue esta experiencia la que le marcó, sobre todo al conocer a un habitante de Hokkaido que predice el futuro mediante las patatas. La vida de esta persona y su capacidad por leer algo tan informal, como podrían ser los posos de té y café, son los motores creativos que han constituido la videoinstalación que presenta, Jagata:Part I.

Fermín Jiménez Landa (Pamplona, 1979)  se ha formado en videoarte, arte de acción e instalaciones con artistas internacionales  como Richard Morris o Rogelio López Cuenca. En esta sala de La Casa Encendida expone Acampada Libre, y como el propio autor la describe, «se trata de una obra movible, que podríamos poner en relación con los circos de Calder, pero también están presentes la idea del equilibrio y desequilibrio, ya se hable de términos de gravedad, sociales, o económicos. Y es que tiene mucho que ver cómo lo ágil y lo dinámico, que hace unos años eran planteamientos positivos, en estos momentos se asocia más a la precariedad».

En el tránsito entre esta sala y  la que la sigue se ubica la obra de Cristina Garrido (Madrid,1986), ¿ Qué es lo que hace que las exposiciones de hoy en día resulten tan diferentes, tan atractivas? Una clara crítica, desde dentro, al sistema del arte actual. Tomando el significado de la obra pop de Richard Hamilton Just what is it that makes today´s homes so different, so appealing? [¿Pero qué es lo que hace que los hogares de hoy en día sean tan diferentes, tan atractivos?], según la joven artista española: «Hoy en día muchas exposiciones se presentan bajo un nuevo canon con patrones repetidos una y otra vez. Esto provoca que los estilos tiendan a unificarse y queden obsoletos rápidamente».

La sala que cierra esta magnífica exposición comprende los trabajos de otros cuatro artistas:

Lucía Simón (Santander,1987)  y sus Sin título-libretos explican «los huecos entre las disciplinas, y por ello las diferentes maneras que existen en la praxis artística para traducir un pensamiento. Me pregunto con esta obra en qué momento comienzan los pensamientos a formalizarse», aclara la artista.

Al lado las piezas de Karlos Gil (Toledo,1984), tres esculturas que hacen un evidente guiño al arte conceptual de Richard Serra o Bruce Nauman. Para el artista «este proyecto se sumerge en nuestra capacidad de interpretar los objetos desde un prisma no lineal, donde el desconocimiento, la edición, el détournement, la reinserción de ideas establecen una cierta contingencia interpretativa entre el espectador, el propio objeto y la realidad».

Las postales de Oriol Vilanova (Manresa, 1980), bajo el título Sin perder casi nada, también echan la vista atrás para rescatar el concepto artificial The Spain is different, proyectado por el gobierno franquista en los años finales del Régimen. Cada sobre contiene una postal sin que el espectador sepa cuál, aspecto que no piensa cambiar el artista, ya que con esta obra quiere mantener la incógnita y que sean de este modo, las representaciones de la excepción, precisamente lo que quería conseguir Franco con España y su política de turismo.

Las hermanas, Nadia y Laila Hotait Salas (Madrid, 1980), presentan La noche entre Ali y yo, de nuevo otro viaje en el tiempo para  recrear el asalto del 18 de octubre de 1973 al Banco de América en Beirut, por un grupo de cinco hombres del Movimiento Socialista Revolucionario Libanés. La idea, o más bien, el impulso de creación de esta obra, nace de un relato contado por el padre de ambas, amigo del ya fallecido Ali Cheaid, líder de esos hombres románticos que arriesgaron sus vidas por cambiar la situación de su país.

 Sara VALVERDE