El paisaje en el grabado del siglo XVII

22_Jan-Van-de-Velde.jpg

En el Museo Carlos de Amberes Madrid. Maestros Flamencos y Holandeses se expone por vez primera al público un total de 36 grabados de la escuela holandesa y flamenca de la Colección Deltoro-Vives junto a dos de Rembrandt de la Biblioteca Nacional. La elección de las obras ha sido realizada por la especialista Concha Huidobro y podrá verse hasta septiembre

Vicente Deltoro y Carmen Vives llevan más de una década coleccionando grabados antiguos, en concreto del siglo XVII, y afinando mucho más todavía, cuya temática sea el paisaje y que se haya realizado en los Países Bajos (Holanda y Flandes). Ellos mismos dicen que han optado por comprar este tipo de obras porque «es una forma asequible de adquirir obras originales, de gran belleza y complejidad técnica, creadas por antiguos maestros –y añaden Deltoro y Vives–. Prevemos seguir incrementando nuestro fondo porque nos resulta inspirador saber que decenas de pintores-grabadores de esos territorios adoptaron su entorno más cercano como sujeto artístico hace ya cuatrocientos años».

Rembrandt Harmenszoon van Rijn (Leiden, 1606-Ámsterdam, 1669), Vista de Ámsterdam, aguafuerte. 112 x 153 mm. Único estado descrito. Sin firma ni fecha, anterior a 1642, Biblioteca Nacional de España. Arriba, Jan van de Velde II (Haarlem?, h. 1593-Enkhuizen, 1641), En el hielo, aguafuerte y buril. 154 x 82 mm, 2º estado de dos, Colección Deltoro-Vives.

Rembrandt Harmenszoon van Rijn (Leiden, 1606-Ámsterdam, 1669), Vista de Ámsterdam, aguafuerte. 112 x 153 mm. Único estado descrito. Sin firma ni fecha, anterior a 1642, Biblioteca Nacional de España. Arriba, Jan van de Velde II (Haarlem?, h. 1593-Enkhuizen, 1641), En el hielo, aguafuerte y buril. 154 x 82 mm, 2º estado de dos, Colección Deltoro-Vives.

Estas obras de pequeño formato y sobrias tonalidades hoy en día no son muy apreciadas por el gran público, pero en cambio han fascinado a lo largo de cuatro siglos a coleccionistas y amantes del arte por la belleza que encierran, como en este caso Carmen Viven y Vicente Deltoro que han logrado reunir una gran colección, tanto por la cantidad (más de 100 obras de 30 artistas) como por la calidad de las ediciones de los grabados, que según Concha Huidobro «la colección es muy buena, al estudiarla con detenimiento hemos comprobado que son ediciones de la época y de las primeras tiradas, un aspecto muy importante porque la plancha va perdiendo contraste y eso se nota en la calidad de los tonos y texturas de las obras, además hay que destacar que la conservación ha sido impecable».

Jan van de Velde II (Haarlem?, h. 1593-Enkhuizen, 1641), AESTAS / Verano, aguafuerte y buril, 267 x 360 mm, primer estado de dos.  Número 2 de la serie: Las estaciones del año, Colección Deltoro-Vives.

Jan van de Velde II, AESTAS / Verano, aguafuerte y buril, 267 x 360 mm, primer estado de dos. Número 2 de la serie: Las estaciones del año, Colección Deltoro-Vives.

El deseo de estos coleccionistas valencianos al dejar sus obras para esta exposición es que «las estampas que ahora prestamos provoquen entre los visitantes de la Fundación Carlos de Amberes emociones tan genuinas como las que nos produjeron cuando las adquirimos. No podemos imaginar un lugar más adecuado para ellos que esta institución, establecida por voluntad de un flamenco en la época en la que los grabados que ahora se muestran fueron producidos».

Centrándonos ya en la propia exposición, la comisaría Concha Huidobro explica que aunque el tema del paisaje aparece en el arte desde tiempo inmemorial, lo hace como fondo de las escenas de otros géneros pictóricos y no es hasta finales del siglo XV y principios del XVI que se convierte en el protagonista de la imagen, sobre todo en los cuadros del pintor flamenco Joachim Patinir (Dinant, h. 1480-Amberes, 1524). «En muchas de sus pinturas las escenas religiosas parecen excusas para representar los paisajes, que en cada obra van cobrando más protagonismo, como en El paso de la laguna Estigia (h. 1520). Por ello se considera que Patinir abre el camino del paisaje como género artístico, aunque esas escenas sean poco realistas y tengan un gran componente imaginativo», comenta Concha Huidobro. Pero hay que esperar hasta el siglo XVII para que el paisaje se convierta en un género con derecho propio.

Jan van de Velde II, La vaca blanca, aguafuerte y buril, 172 x 277 mm, primer estado de dos, Colección Deltoro-Vives.

Jan van de Velde II, La vaca blanca, aguafuerte y buril, 172 x 277 mm, primer estado de dos, Colección Deltoro-Vives.

Y en el caso del grabado, es Durero el que, a comienzos del XVI, realiza paisajes muy elaborados para acompañar escenas (por ejemplo, La gran fortuna) y el «alemán Albrecht Altdorfer se atreve con pequeños paisajes puros, grabados al aguafuerte», comenta Concha Huidobro sobre el nacimiento del paisaje en el grabado. Y ya a mediados del XVI se hacen estampas en la que el paisaje es el verdadero protagonista al que se suman pequeñas figuras humanas, como en algunos de los grabados de los hermanos Van Doetechum, según composiciones de Pieter Brueghel o Hans Bol, aunque son «mitad reales mitad imaginados, de una gran fuerza expresiva, y anuncian el extraordinario auge que tendrá esta temática en el siglo siguiente, el XVII, cuando se convierte definitivamente en un género artístico, a cuyo florecimiento contribuye el esplendor del arte en esta época en los Países Bajos, en la llamada Edad de Oro».

En cuanto a la técnica, hay artistas que pintan el paisaje del natural y ellos mismos hacen las planchas para los grabados, sobre todo en Holanda; en cambio, en Flandes lo más habitual era que se dividieran las funciones, unos hacían el dibujo, que eran llamados inventor (por eso en algunos dibujos aparece escrito Inv.) y otros la plancha y el grabado. En el caso de que fuesen los mismos pintores los que hacían el grabado utilizaban la técnica del aguafuerte (que a veces se acompañaba del buril o la punta seca) porque la forma de trabajar es más parecida al dibujo.

Lucas van Uden (Amberes, 1595-1672), según Pedro Pablo Rubens, Caballos y vacas junto a un arroyo, aguafuerte, 191 x 267 mm, 4º estado de cinco, Colección Deltoro-Vives.

Lucas van Uden (Amberes, 1595-1672), según Pedro Pablo Rubens, Caballos y vacas junto a un arroyo, aguafuerte, 191 x 267 mm, 4º estado de cinco, Colección Deltoro-Vives.

Los focos de producción del grabado coinciden con los de los talleres de pintores. Así, en lo que ahora es la actual Holanda, esos centros artísticos eran Haarlem, Ámsterdam y Utrecht, que coinciden con los lugares donde trabajan artistas sobresalientes, como Hendrick Goltzius, Rembrandt y Abraham Bloemaert, respectivamente. En Flandes, son Amberes (con grandes imprentas y donde está el taller de Rubens) y Bruselas.

La exposición hace un recorrido por la producción de Holanda y Flandes y por distintos apartados del género del paisaje en el grabado. Está dividida en cuadro secciones, en la 1 se muestran obras que reproducen una naturaleza libre y agreste; en la 2, paisajes con edificios y ruinas; en la 3, estampas con figuras, y en la 4, escenas con animales, ya sean de caza o de pastoreo o granjas.

22_Jan Van de VeldeEn cuanto a los artistas presentes en la muestra, Johannes y Lucas Doetechum, Simon Frisius, Anthonie Waterloo, Herman Saftleeven, Ignatius van der Stock, Jacob van Ruisdael, Rembrandt, Äegidius Sadeler, Gillis van Scheyndel, Jan van de Velde II, Jan Both, Johannes Ruischer o la grabadora Gertruydt Roghman, que ella misma hizo también la serie Labores domésticas, que se encuentra en la Biblioteca Nacional.

 

 

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

*

scroll to top