Alberto Corazón: huellas inteligentes

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Alberto Corazón lleva inmerso en el mundo del diseño desde hace cincuenta años. Suyos son algunos de los logos comerciales más reconocibles, carteles de fuerte impacto y objetos cotidianos de esos que nos hacen la vida más fácil. La Fundación Telefónica acoge ahora en su sede de la Gran Vía madrileña una gran retrospectiva de este diseñador de proyección internacional. Retrato: Pablo Almansa

IML_8415Entre los muchos reconocimientos que Alberto Corazón (Madrid, 1942) ha recibido a lo largo de su carrera se encuentran el Premio Nacional de Diseño o la Medalla de Oro del American Institute of Graphic Arts. Cuando se le concedió el Premio Nacional en 1989, el jurado reconoció «la fuerza, el talento y el compromiso de un gran protagonista del diseño español». Ese protagonismo explica que, al recorrer las salas de la Fundación Telefónica en Madrid, el visitante vaya identificando imágenes que forman parte de la cultura visual de nuestra sociedad y que quizás, hasta ahora, para él eran anónimas. Ahora puede ponerle nombre y apellidos: el de un diseñador veterano, agudo y cargado de experiencia que da un consejo sabio a los que se embarcan en su profesión: «Ejercitarse continuamente en aprender a escuchar. A escuchar el entorno y escuchar al cliente. A pensar el proceso de diseño como una actividad inteligente, no como una creación estética».

IML_8386Para él, el diseño es una radiografía de la sociedad en la que se inserta. Así que, de alguna manera, esta retrospectiva de su carrera es también una mirada hacia los cambios que se han producido en España desde que Corazón comenzara a crear hace cincuenta años. Comisariada por Ana Arambarri, está organizada según los cuatro ejes en los que se puede dividir su trayectoria profesional: diseño editorial, carteles, logos e identidad corporativa, y diseño industrial. Reúne 132 carteles, 115 imágenes y bocetos y 145 logos, objetos y maquetas. De entro ellos, cuatro proyectos, considerados paradigmáticos, reciben un tratamiento especial: el teléfono DOMO para Telefónica, un hito porque se constituyó como el primer teléfono inteligente que eliminaba el modelo pasivo; Casa del Lector, de donde es autor del proyecto de señalética y rotulación de los espacios; ONCE, para quien diseñó el cuponazo y la imagen corporativa, y la Red de Cercanías de Renfe, que le debe  la identidad gráfica, mapas, tipografías, señalética, marquesinas, identidad de las estaciones….

IML_8379Corazón es el «culpable» de que muchas marcas adquirieran una identidad propia, de que lograran diferenciarse. La exposición reconoce esta labor con una instalación a modo de friso sus logos, entre los que se encuentran el de la Casa de América, el Círculo de Bellas Artes o la Junta de Andalucía. Dentro del interesante programa de actividades paralelas, precisamente este tema marca el eje de la mesa redonda Logos y marcas del siglo XXI, que se celebró el martes 22 de septiembre a las 19.00 en la sede de la Fundación Telefónica. Junto a Alberto Corazón, estaban el escritor y periodista Vicente Verdú, experto en análisis semiótico y sociológico de tendencias contemporáneas; el arquitecto Luis Fernández-Galiano, académico de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando (al igual que Alberto Corazón) y autor de numerosos trabajos sobre la Arquitectura Corporativa como Logo; Alberto Anaut, predidente de PhotoEspaña y director de La Fábrica, y Teófilo Marcos, publicista y fundador de la agencia de publicidad Contrapunto y consultor de Estrategias de Comunicación. La entrada fue gratuita, hasta completar aforo y también se pudo seguir en directo en la web de la Fundación Telefónica. Allí está alojado el vídeo de la primera mesa, en la que Corazón dialogó con Pepe Barro y Enric Satué sobre Tipografía y Comunicación Gráfica. Precisamente a Satué, también Premio Nacional de Diseño, es uno de los profesionales que Corazón reconoce como referente, junto a Massimo Vignelli.

Corazón defiende que el diseño es una actividad inteligente que no debe dejarse penalizar por la estética. La funcionalidad prima, por supuesto, pero su sensibilidad, que es también la que le lleva a pintar y esculpir, permite que esas piezas (ya sean gráficas o industriales) funcionen desde el punto de vista práctico y sentimental.

La exposición está abierta hasta el 4 de octubre y, además de las dos mesas redondas que hemos mencionado, ofrece como actividades paralelas talleres infantiles, visitas comentadas, el espacio educativo El diseño te llama.

 

 

 

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