Alessandro Kokocinski: la metamorfosis de la máscara

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Promovida por la Fundación Roma y organizada por la Fundación Roma-Arte-Museos en colaboración con la Fundación Kokocinski, la muestra Kokocinski. La vida y la máscara: desde Polichinela al payaso podrá verse en el Palacio Cipolla de Roma hasta el 1 de noviembre. Un total de más de 70 obras polimatéricas entre pinturas, esculturas, altorrelieves, instalaciones, dibujos, películas, versos poéticos y libros de artistas, componen una muestra que reflexiona sobre el mito, la ficción y la realidad

Audaz y genial se revela el artista polifacético Alessandro Kokocinski. Nacido en Rusia, ha errado por muchos países de varios continentes huyendo de dictaduras europeas e hispanoamericanas, en este peregrinaje ha ido acumulando experiencias de alcance universal hasta fijar su residencia en la Italia etrusca, Tuscania, donde el maestro resume y expresa todo su archivo mental.

Poesia, 2013, técnica mixta, cola pegada, 27 x 43 cm,colección particular. Arriba, Come lo squarcio di un lampo di luna, 2013, técnica mixta , 150 x 150 cm, Fundación Allesandro Kokocinski Foto: © Manuela Giusto. Todas las imágenes, cortesía de la Fundación Roma.

Poesia, 2013, técnica mixta, papel engomado, 27 x 43 cm,colección particular. Arriba, Come lo squarcio di un lampo di luna (detalle), 2013, técnica mixta , 150 x 150 cm, Fundación Allesandro Kokocinski Foto: © Manuela Giusto. Todas las imágenes, cortesía de la Fundación Roma.

Promovida por la Fundación Roma y organizada por la Fundación Roma-Arte-Museos en colaboración con la Fundación Kokocinski, se expone un corpus de más de 70 obras polimatéricas a partir de las técnicas más innovadoras –pinturas, esculturas, altorrelieves, instalaciones, dibujos, películas, versos poéticos y libros de artista– inspiradas en la metamórfosis de la máscara, que el artista define como “mediadora entre el ser humano y el vacío insondablemente oculto”. Su iconografía acompaña a la historia y a la historia del arte, entre mito, ficción y realidad, empleando para ello el papel engomado –elemento esencial de casi todos sus trabajos–, la materia que protagoniza lo efímero. Mientras la marioneta asume el papel del humano y el humano se transforma en títere.

Non so se è una lacrima, 2012, técnica mixta sobre papel encolado, 30 x 25 cm, colección particular.

Non so se è una lacrima, 2012, técnica mixta sobre papel encolado, 30 x 25 cm, colección particular.

El recorrido expositivo, con entrada libre en el Palazzo Cipolla, fiel a su tradicional objetivo de transmitir la belleza y la potencialidad del arte, incluyendo el descubrimiento de aquellos artistas que se distinguen por la intensidad de una carrera arropada con una válida crítica, se divide en seis apartados, que se suceden con continuidad y evocaciones: La Arena, Polichinela, Petruska, Sueño, el Payaso y Máscara Interior.

E il clown catturò il Cielo, 2014, bronce sobre hierro, 60 x 60 x 30 cm, Fundación Alessandro Kokocinski.

E il clown catturò il Cielo, 2014, bronce sobre hierro, 60 x 60 x 30 cm, Fundación Alessandro Kokocinski.

En el total de obras hay unas 40 piezas inéditas, creadas por el maestro ex profeso para esta muestra entre 2012 y 2014, entre las que destacan las instalaciones en las que el autor mezcla diversas artes figurativas combinando nuevos conceptos–. Por otro lado, el resto de obras figurativas expuestas ha viajado intensamente a lo largo de los años para su exhibición en el Silpakorn Arts Centre di Bangkok, al Art Fair de Shangai, al Museo Nacional de Bellas Artes de Buenos Aires y al Namoc de Pekín.

Abbagliare il mondo, 2013, técnica mista su carta antica, 35 x 25 cm, colección particular.

Abbagliare il mondo, 2013, técnica mista su carta antica, 35 x 25 cm, colección particular.

Las obras seleccionadas transportan al visitante al mundo del circo según la propia experiencia del maestro, que en Argentina trabajó como acróbata ecuestre además de escenógrafo de teatro. Las máscaras de Polichinela y Petruska, así como sus payasos y arlequines no quieren tanto arrancar una sonrisa como estimular una reflexión acerca del cínico e intolerante comportamiento de una sociedad incapaz de mostrar su mejor lado. Se trata de máscaras que muestran el gran espectáculo de la fragilidad humana, como iconos de la beatitud, para interpretar el grito del artista y de las numerosas víctimas de la injusticia y de la discriminación.

16. Kokocinski, Come lo squarcio di luna, 2013Alessandro Kokocinski se define como un «perfecto apátrida» pero, en resumidas cuentas, es más bien un ciudadano del mundo cuando reconoce vivir un «bellísimo destino, trágico y feliz al mismo tiempo» en el que ha crecido bajo la «dura academia de la vida».

De hecho, repasando las obras de este autor se percibe una fructífera convergencia entre arte y experiencia personal: Polichinela expresa inquietud y Petruska aparece como un solitario ciudadano del cosmos, mientras el Payaso, tradicionalmente sinónimo de alegría, no es más que un pobre desgraciado anulado por la iniquidad humana.

Liberato dalla pesantezza, 2013-14, INSTALLAZIONE B: Non l’ho fatto apposta bronzo, rame, vetroresina, ceramica, argento, 250 x 300 x 100 cm, Fundación Alessandro Kokocinski.

Liberato dalla pesantezza, 2013-14, INSTALLAZIONE B: Non l’ho fatto apposta bronzo, rame, vetroresina, ceramica, argento, 250 x 300 x 100 cm, Fundación Alessandro Kokocinski.

En definitiva, esta exposición refleja el drama existencial de Kokocinski, una autobiografía narrada a través de una sabia utilización de la máscara: su arte hay que leerlo paralelamente a su experiencia vital. No cabe duda de que en el mero proceso creativo hay que considerar que, tras el ingenio y la técnica, se percibe el camino interior seguido por el autor.

Pensando a Grock 2 (parte dell’installazione Olocausto del clown tragico), 2015, terracotta policroma, 27,5 x 44 x 25 cm, Fundación Alessandro Kokocinski.

Pensando a Grock 2 (parte dell’installazione Olocausto del clown tragico), 2015, terracotta policroma, 27,5 x 44 x 25 cm, Fundación Alessandro Kokocinski.

Además, esta exposición brinda la ocasión no sólo de conocer la obra de un hombre que ha experimentado algunas de las mayores tragedias del siglo XX sino además un modo mejor para comprender la poética de un artista que tuvo también la suerte de vivir durante uno de los más dinámicos períodos del arte en Roma, el de los años setenta caracterizado por la investigación, la experimentación y el descubrimiento.

Carmen del VANDO BLANCO

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