La mona de Pascua, Colón y Picasso

1.-ElaboracióMona_MuseuPicassoEscribà.jpg

El Museu Picasso de Barcelona muestra hasta el 30 de abril una réplica de este dulce tradicional en Cataluña en la Semana Santa que Joan Gaspar encargó al pastelero Antoni Escribà. Un total de 15 kilos de chocolate han sido necesarios para realizar el «monumento a Colón» que el galerista regaló al pintor malagueño en 1959. Esta mona estará presente en la exposición Picasso y la cocina de mayo a septiembre de 2018

En el año 1959, el galerista Joan Gaspar tenía previsto viajar a Francia para visitar a su amigo Picasso, que no había vuelto a Barcelona desde 1934. Como hacía pocos días que había acabado la Pascua, Gaspar pensó que, para satisfacer el deseo del pintor malagueño de volver a “ver a Colón”, podía llevarle una mona del monumento barcelonés que encargó al pastelero y «mago del chocolate» Antoni Escribà. Este cumplió con el encargo, pero en lugar de esculpir la estatua de Colón hizo un pedestal que coronó con un huevo de chocolate cruzado por una mano que apunta con el dedo índice.

La mona de Pascua en la sala del Museu Picasso de Barcelona donde se exhibe. Arriba, detalle.

Ahora, Christian Escribà, hijo de Antoni Escribà y cuarta generación al frente de la centenaria pastelería Escribà de Barcelona, ha obsequiado al Museu Picasso de la Ciudad Condal con una réplica de esa mona monumental para homenajear a su padre que falleció en 2004 y para recordar así ese episodio de su carrera profesional. Esta pastelería es conocida por las monumentales monas de Pascua que elabora cada año y es que el propio Christian define su oficio como el de “creador de emociones”.

Fotografía que muestra el proceso de elaboración de la mona en la pastelería Escribà de Barcelona.

La tradición de la mona de la Pascua Florida, que los padrinos deben regalar a sus ahijados, está documentada desde el siglo XV. La forma y composición de este pastel ha variado mucho con el tiempo, inicialmente, era una torta elaborada con azúcar y otros dulces, con huevos duros encima. Más adelante, los huevos se volvieron de chocolate y, finalmente, el cacao se ha convertido en el elemento protagonista.

De izquierda a derecha, Christian Escribà junto a su madre, y Emmanuel Guigon, director del Museu Picasso de Barcelona.

Esta pieza elaborada con 15 quilos de chocolate estará presente también en la muestra Picasso y la cocina que prepara el Museu Picasso para mayo a septiembre de 2018. Y es que la cocina es un tema omnipresente en el conjunto de la obra de Picasso. Utensilios de cocina e ingredientes constituyen espectaculares bodegones, cuando no es la cocina como lugar en sí misma la que se ve representada. En los escritos del pintor, hay una impresionante cantidad de referencias al ámbito culinario y muestran el profundo vínculo en la obra del artista entre la comida, el acto de crear y el erotismo.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

*

scroll to top