Carlos Albert triunfa en Vietnam

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El artista español va a realizar la escultura en acero corten Espejo-raíz de más de 5 metros de altura y 3.000 kilos de peso durante su programa de residencia en Vinh Phuc (Hanoi). La pieza formará parte del futuro Museo de Arte Contemporáneo de este país asiático

El escultor Carlos Albert (Madrid, 1978) se ha trasladado junto con su equipo de trabajo al distrito de Vinh Phuc, cerca de Hanoi, la capital vietnamita, donde formará parte del programa “Art in the Forest”; un ambicioso proyecto promovido por Hong Hac Dai Lai JSC, del Flamingo Group, que pretende convertirse en referente artístico y cultural del sureste asiático, con la creación del futuro Museo de Arte Contemporáneo, que contará con una gran escultura del autor español.

En su recinto de Phuc Yen, el Flamingo Dai Lai Resort cuenta con un área de 1,23 millones de metros cuadrados en un entorno privilegiado de montañas, bosques y lagos que se convertirán en un magnífico marco para Espejo-raíz, la obra de acero corten, que con más de 5 metros de altura y 3.000 kg de peso, realizará el artista en las nuevas instalaciones que han habilitado para tal fin durante su programa de residencia en Vietnam.

Sobre estas líneas y arriba, Esoejo-raìz, de Carlos Albert, acero corten.

En la actualidad, no son pocas las ciudades que ya lucen obras monumentales del escultor, como la Puerta de la Tolerancia que con 20 metros de envergadura se erige a la entrada de Parla u otras de especial sensibilidad, como la que homenajea a las víctimas de los atentados del 11M, en la estación de trenes de Santa Eugenia, en Madrid.

Desde que comenzara su andadura, Albert ha participado en numerosas exposiciones internacionales, obteniendo diversos reconocimientos como la Medalla de Oro que le otorgó el pasado año la Real Academia de Bellas Artes Santa Isabel de Hungría de Sevilla, pero su estancia en el país asiático, sin duda, supondrá un relevante punto de inflexión en su carrera profesional y en la evolución artística de su obra, personal y receptiva.

Puerta de la tolerancia, de Carlos Albert, Parla (Madrid), acero corten, 1.400 x 2.000 x 400 cm.

En ella, la línea es su forma esencial, ofreciendo un lenguaje formal, nítido y dinámico, mientras que los volúmenes de sus esculturas se fusionan con el entorno, a modo de dibujos racionales en el espacio. La relación de tensión entre la sensación de ligereza de sus formas y el peso real de los materiales, le confiere a sus obras una gran fuerza en ritmos sutiles que abrazan el espacio. Son obras atemporales que cruzan las fronteras de la Realidad formulada por el propio artista.

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