Hasta el 25 de marzo, un edificio con trazas modernistas, construido entre 1901-1903, de 3.200 metros cuadrados en la calle Francisco de Rojas número 2 (Madrid), acoge la 53º edición de esta iniciativa que aúna diseño y arte. El escultor ha sido invitado por Disak Estudio (Cristina Remirez de Gamuza y Jerome Le Fouillé)
La edición de este año de Casa Decor vuelve de nuevo al barrio madrileño de Chamberí para decorar un edificio de principios de siglo XX, con trazas modernistas que ha sido cedido por la promotora Corner Group.
Esta iniciativa, en la que en estos veinticinco años han participado más de 6.000 interioristas, es una oportunidad para que profesionales muestren su mejor hacer, las empresas sus productos más punteros, tendencias estéticas, tecnología, innovación, soluciones habitables o materiales de última generación. Es decir, arquitectura, decoración, interiorismo, diseño y arte.
Todas las piezas de Fernando Suárez Reguera en Casa Decir 2018.
Construido entre 1901 y 1903, el proyecto fue un encargo de los marqueses de Velilla del Ebro al arquitecto catalán Antonio Farrés Aymerich. De los tres edificios que hiciera este arquitecto en Madrid, este es, sin duda, el más interesante, tanto por sus dimensiones como por su ubicación. Aunque se podría decir que el edificio responde a las corrientes eclécticas de aquella época, donde se construyen elementos de modelos franceses, belgas o italianos, es, no obstante, la influencia del modernismo catalán lo más apreciable en los ornamentos arquitectónicos de la fachada. Destaca en especial el trabajo de la rejería de los balcones, de curiosas liíneas ondulantes y volutas de inspiración vegetal, propias del modernismo catalán, aunque en este caso, menos exuberantes y más moderadas que en otros edificios adscritos a esta corriente. También llaman la atención el friso y el coronamiento de la fachada, así como los adornos seriados de los miradores del chaflán.
En el interior, encontramos rasgos muy destacables, como los cristales esmerilados de la puerta del zaguán y la barandilla de la escalera, sin lugar a dudas muy trabajada. Asimismo, las lámparas de los descansillos son modelos originales modernistas que aún se mantienen en funcionamiento. Otros elementos interesantes son los radiadores empotrados en la pared, de circuito de agua oculto tras una singular chapa de rejilla con rosetón central a modo de sello de la marca.
Por lo demás, son numerosos los elementos originales de principios de siglo XX, como los suelos de madera de tea, las puertas y contraventanas de sólida madera, cerrojos y manillas de bronce y elegantes escayolas en los techos de muchas de las estancias. Todo el inmueble se encuentra en un excelente estado de conservación, ya que estuvo habitado hasta hace unos pocos años.
El edificio hace esquina con las calles Francisco de Rojas y Sagasta, es de planta rectangular, con dos fachadas de 55 metros exteriores. Además, cuenta con dos patios interiores, alrededor de los cuales se organizan las viviendas, dos por planta, divididas por una escalera señorial. El inmueble dispone, además, de un bajo comercial, con excelente visibilidad, y una azotea con buhardillas en la quinta planta.
Tras un intenso trabajo de trazado y recorrido, en esta edición hay más de 60 espacios de excelente calidad, tanto por su espléndida luz como por sus techos altos y suelos de madera, característicos de las viviendas señoriales de principios del XX.
Por tercer año consecutivo, la Embajada de Portugal participa con un espacio diseñado por Beatriz Silveira en el que ha dado cabida a 26 firmas lusas. Además en esta edición se ha sumado también Bélgica con once firmas de este país de la mano del estudio de interiorismo Ele Room 62.
Y en el apartado artístico, este año el escultor Fernando Suárez Reguera participa mostrando varias piezas en Casa Decor, invitado por Disak Estudio de Cristina Remirez de Gamuza y Jerome Le Fouillé.
