Lugano
[arve url=»https://youtu.be/ddef86AiwIY» mode=»normal» align=»center» aspect_ratio=»16:9″ maxwidth=»722″ /]Situada a orillas del lago de Lugano, en esta ciudad de la región del Ticino no hay que perderse el casco antiguo, cerrado al tráfico, los numerosos edificios de estilo lombardo, las montañas o el lago. Entre sus edificios destaca la catedral de San Lorenzo, que posee una fachada de estilo lombardo del Renacimiento y en cuyo interior alberga numerosos frescos y valiosas piezas barrocas. O la iglesia-monasterio de Santa Maria degli Angioli, de 1500, que acoge los frescos más bellos del artista conocido como el Maestro del Renacimiento.
Entre su oferta cultural destaca el Museo Hermann Hess, en Montagnola, un recoleto y exquisito centro expositivo dedicado a este escritor que vivió casi cincuenta años en la Suiza meridional; el MASI (Museo d’Arte della Svizzera Italiana), que exhibe en su colección obras de Klee, Jawlensky, Renoir y Degas, y que presenta para esta etapa estival con dos exposiciones temporales: por un lado, una selección de piezas de la donación de Giancarlo y Danna Olgiati de artistas suizos, italianos e internacionales (hasta el 29 de julio) y, por otro, hasta el 30 de septiembre, una monográfica dedicada al fotógrafo y artista helvético Balthasar Burkhard.
El Ticino, y especialmente Lugano, se han convertido en las últimas décadas en un importante foco de innovación arquitectónica, con el florecimiento de la llamada Escuela de Ticino, con autores tan destacados como Luigi Snozzi y Mario Botta. El edificio de la Banca BSI, el Palazzo Ransila, ambos de Mario Botta, y el propio estudio del arquitecto en la Via Ciani, son ejemplos del dinamismo y originalidad de esta escuela arquitectónica.
