Arantxa Romero y las imágenes poéticas en la fotografía española: nuevos caminos para el estudio del arte contemporáneo

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El pasado jueves 5 de marzo a las 19:30, Arantxa Romero (Madrid 1990) presentó en Espacio Cruce y Pensamiento ( C/  Dr. Fourquet, 5, Madrid) el libro, Imágenes poéticas en la fotografía española: Las visiones de Chema Madoz y Manuel Vilariño,  publicado por la Colección Infraleves. Este texto responde al tema de investigación de su tesina realizada para el Máster de Hª del arte contemporáneo y cultura visual del MNCARS; un gran reto que Arantxa ha conseguido superar,no sin antes atravesar una ardua pero fructífera senda 

Las artes plásticas como fenómeno aislado se concibe cada vez menos, tal es así, que muchos de los estudios sobre arte contemporáneo de las últimas décadas toman como partida otras disciplinas o vías de expresión  artísticas para acercarse a lo que entendemos  tradicionalmente como arte. Éste es el caso de Arantxa Romero, quien ha partido para su publicación y tesina, de la poesía como esencia y de la fotografía como herramienta para escribirla. Por ello, los dos autores que ha seleccionado de referencia de esta praxis en la fotografía española, han sido Chema Madoz y Manuel Vilariño. «Dentro del panorama español de su generación, son dos fotógrafos que se desmarcan mucho, ya que cuando empezaron a trabajar  ‘la tendencia’ era la fotografía documental. Me interesaron porque ellos usan la fotografía como mecanismo,  como vía de transmisión de lo poético. Tras estudiar a Chema Madoz en mi trabajo de final de carrera, en la tesina quise averiguar si este fenómeno se repetía y tras un rastreo di con Manuel Vilariño».

Chema Madoz, ST, 1990.

Y parece ser que todo se puso de su parte, porque por entonces, a finales del 2013, coincidió en Madrid la exposición Seda de Caballo sobre la obra de Vilariño, comisariada por Fernando Castro Flórez y organizada por la Tabacalera Promoción del Arte. «Tuve la oportunidad de ver sus imágenes de cerca y conocerle algo más; realmente era un fotógrafo perfecto para lo que yo había comenzado con Madoz. Además en el principio de sus carreras ambos artistas habían intercambiado cuestiones técnicas, Madoz visitó un par de veces al fotógrafo gallego en su estudio, y asimismo esto se percibe en las tempranas series del madrileño».

Pero hubo más razones por las que la autora de este libro consideró que su hipótesis a investigar se asentaba sobre un terreno fértil y prácticamente sin plantar.» En el caso de Vilariño hay que sumar que también es poeta, ha publicado varios libros de poesía, y en obra hay una reflexión detrás sobre estas dos artes.He tratado de mirar hacia lo poético, no entendido como lo imaginario, si no como  queda definido en el libro, se trata más de una cuestión fenomenológica que se caracteriza [ en la comparativa con la fotografía] por su subitaneidad, su fragmentariedad  y su discontinuidad. Lo poético  podría consistir en un hacer que abre sentidos. La metáfora etimológicamente es ‘llevar más allá’, y esto es lo que hacen los poemas y la fotografía de Madoz y Vilariño: crear nuevas realidades».

Y los porqués de la elección de este tema no reside sólo en un interés de los últimos años, sino que la relación con la poesía en Arantxa Romero habita desde que era pequeña, y más conscientemente desde la adolescencia, cuando empezó a escribir sus primeros poemas. Ha publicado en revistas y antologías y actualmente prepara su primer poemario. Quizás este cúmulo de intereses fueron los que impulsaron a esta joven graduada en Historia del Arte, a estudiar la carrera en el 2009. «Me interesa mucho la mente humana, su capacidad imaginativa. Por una serie de circunstancias empecé Psicología, pero fue una decepción, y fue entonces cuando vi en el arte una forma muy completa de estudiar ese aspecto que me interesaba tanto del ser humano».

Animal insomne 2, 2007

Animal insomne 2, 2007. Manuel Vilariño.

Sin embargo, hoy en día, con una visión más panorámica, echa de menos una redifinición del contenido de la carrera, empezando por el título: « a mí parecer la carrera es superficial,  la Historia del Arte en general y en concreto la Historia del arte contemporáneo, necesita de otras herramientas de más peso para su estudio de lo que es la Historia, por ejemplo la Estética, asignatura que en el grado es cuatrimestral y meramente testimonial. La base filosófica es fundamental para entender  la evolución del pensamiento artístico, ¿Qué sentido tiene estudiar tantos siglos de manifestaciones artísticas, si en ningún momento de la carrera nos preguntamos qué es el arte? Para mí, lo conmovedor no tiene tanto que ver con la historia cuanto por la estética.»

Precisamente para abarcar este proyecto  tan ambicioso que ha supuesto su primer libro, Arantxa Romero se ha nutrido de la filosofía como uno de los pilares sobre el que construir su investigación. » La dificultad ha sido trazar esa doble base que conjugara esta cuestión de la fotografía y la poesía; jugar en el límite porque no es estrictamente ni poesía visual, ni fotografía. Lo más duro en el trabajo llevado a cabo es el crear una base teórica de una cuestión poco estudiada. Salvando ciertos autores como Octavio Paz, a quién menciono al principio, no hay mucho más escrito.»

No por ello, la tesis del texto que se transmite deja al lector con una impresión de totum revolutum, si no que lo que plantea lo ha estructurado de tal forma que se percibe una visión completa del complejo tema de estudio. El esquema de los apartados en los capítulos sobre  los fotógrafos es el siguiente: el primero aborda las características de la fotografía, que  posibilitan a Chema Madoz y Manuel Vilariño  transmitir un contenido poético; el segundo es lo  propiamente poético,  y finalmente,  el tercer  ampara las obras en las que más  relucen  los contenido poéticos.Tras una breve introducción, el libro se cierra  con las posibles correspondencias entre lo poético y lo fotográfico y también entre ambos artistas.

Manuel Vilarillo, 2

Paraíso fragmentado (2007), Manuel Vilariño.

Por lo tanto se podría afirmar que Arantxa Romero ha abierto una puerta más en el campo de estudio del arte contemporáneo en general, y en concreto en el de la estética. Los baches más engorrosos a los que ha tenido que hacer frente en su largo camino de investigación, » ha sido el continuo enfrentamiento conmigo misma y mis  capacidades de análisis, originalidad e intuición, en un terreno desconocido», confiesa la autora.

Para su futuro, se plantea dónde sería más feliz y afirma que dando clase en la Universidad, tanto para transmitir lo aprendido como para seguir teniendo la oportunidad de investigar. Por ello, su proyecto más próximo es extender el tema de la fotografía y la poesía a otros soportes y vías de expresión, que terminarán, por seguro, una brillante Tesis Doctoral.

Para más información, consultar el siguiente enlace: http://www.cendeac.net/es/editorial/catalogo/1449?mod=

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Sara VALVERDE

 

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