La intervención escultórica vencedora articula reflejo, vibración y flujo mediante gestos mínimos y la circulación del agua, generando una experiencia sensorial. Premiada con 30.000 € fue realizada para el Pabellón Mies van der Rohe de Barcelona el año pasado
El Jurado del certamen, que resalta el alto nivel de todas las obras presentadas, pone en valor el diálogo conceptual y formal que la obra galardonada, Splashing Mies de Alberto Peral, establece con la arquitectura y la historia del Pabellón Mies van der Rohe de Barcelona. A partir de una serie de gestos escultóricos, la intervención introduce movimiento, sonido y tiempo mediante la circulación del agua, articulando reflejo, vibración y flujo. De esta manera, la obra establece una conversación con diferentes elementos del edificio como las superficies, materiales y mobiliario. Destaca también la coherencia y sutileza de cada componente de la obra, que transforma la percepción a partir de mínimas intervenciones capaces de alterar el carácter del lugar en el que se despliega. La pieza desarrolla así una variación de la experiencia espacial y temporal desde una relación particular de la escultura con la arquitectura.
Alberto Peral concibió su obra en el pabellón Mies van der Rohe como una búsqueda de equilibrio y un ejemplo de cómo arte y arquitectura pueden dialogar. Defiende que la relación ideal es “colaborativa, de proyectos comunes desde el principio”, una opción poco explorada y sin embargo muy fértil. En este marco, su intervención se percibe como un gesto efímero con piezas como presencias fantasmales, destinadas a desaparecer en pocos días. Para él, como para Mies y Lilly Reich, la intervención refleja “esa inmaterialidad, ese espejismo en el que nos movemos y en el que vivimos”.

Sobre la intervención, subraya lo siguiente: “Me gustaría que se viese como un paisaje, como se ve un árbol. Me fascina que la pieza cambie dependiendo de la hora y la luz del día, porque es algo muy difícil de experimentar para un escultor”. Considera el agua su mayor aportación, “un elemento vivo que rompe el estatismo del pabellón, de la misma forma que el cilindro y la idea de circularidad. Son elementos que dan sensación de movimiento y aportan dinamismo a un pabellón demasiado ensimismado, narciso”. De esa forma su presencia resalta, por contraste, la pureza del espacio. Y al mismo tiempo evidencia la necesidad de un diálogo real entre disciplinas: la arquitectura aporta la estructura y lo funcional, mientras que el arte introduce lo simbólico, lo narrativo y lo humano. Esa visión, que late en su intervención, es también la que fundamenta el reconocimiento del III Premio de Escultura Fundación Bosch Aymerich.
El Jurado, que ha otorgado el premio por unanimidad, está conformado por Ainhoa Grandes, presidenta de la Fundación Museo de Arte Contemporáneo de Barcelona (MACBA) y presidenta del jurado; Andrés Escarpenter, patrón de la Fundación Bosch Aymerich; Nuria Enguita, directora artística del Museo de Arte Contemporáneo de Lisboa; Alexandra Laudo, comisaria independiente; y Juan Várez, coleccionista y patrono de la Fundación ARCO y de la Fundación Museo ABC.
Sobre la obra premiada
Splashing Mies es una intervención site-specific en el Pabellón Mies van der Rohe de Barcelona realizada en noviembre de 2024 y comisariada por David Mesa Cedillo. La instalación introdujo tubos de acero blancos que canalizaban agua entre los dos estanques, rompiendo la quietud y los reflejos estáticos. En el estanque principal se instalaron tubos verticales, y en el interior, dos semiesferas de mármol jugaban con la simetría entre lo sumergido y lo reflejado. En la sala central, una mesa de espejos y mármol condensaba los ejes de la propuesta.
La obra se inspiró en las proporciones del pabellón y sus pilares, integrándose en su lógica formal. Su objetivo era generar movimiento y nuevas lecturas del espacio, más allá de lo meramente visible. En conjunto, la obra invitaba a reflexionar sobre el agua, el reflejo, la arquitectura y la experiencia sensible del espacio.
Sobre el artista galardonado
Alberto Peral (Santurce, 1966) es un escultor español cuya trayectoria se caracteriza por la experimentación formal y el diálogo entre formas esenciales y simbolismo poético. Se formó en Bellas Artes en la UPV (Universidad del Pais Vasco) y en Arteleku. Pertenece a la generación de artistas que emerge a principios de los años noventa en el Pais Vasco impulsados por la efervescencia de Arteleku. Después de este periodo pasa un año en la Academia de España en Roma, posteriormente trasladó su residencia a Barcelona hasta el día de hoy.

Su obra transita entre escultura, instalación, vídeo y dibujo, integrando influencias de la vanguardia clásica, la naturaleza y la cultura universal. Entre sus múltiples exposiciones individuales destacan varios hitos recientes: en 2021, en Centre d’Art Tecla Sala, Redonda redonda, donde tuvo lugar la primera exposición de todo su trabajo, comisariada por Jorge Satorre. En 2022, Dar la vuelta en el Museo Patio Herreriano de Valladolid, un proyecto centrado en la circularidad y la rotación como ejes simbólicos. Ese mismo año expuso en Matthew Liu Fine Arts en Shanghái, consolidando su proyección internacional. Y por último, Splashing Mies en 2024, en el Pabellón Mies van der Rohe y Lilly Reich de Barcelona, donde planteó una intervención site-specific sobre arquitectura y fluidez.
Además, su obra se ha mostrado en centros como el Museo Centro de Arte Reina Sofía, Irish Museum of Modern Art (Dublín) o la Hamburger Bahnhof (Berlín), también ha sido invitado a hablar de su trabajo en la Tate Modern (Londres). Forma parte de las principales colecciones de arte español contemporáneo como el Reina Sofía, Banco de España, Artium, la Caixa, Banc Sabadell, Centro de Arte Alcobendas, Fundación Botín, Fundación Helga de Alvear o Macba, entre otras.
Sobre el certamen
El Premio de Escultura Fundación Bosch Aymerich tiene como objetivo contribuir al fomento de la creación artística y, en particular, de la escultórica. Reconoce la capacidad de diálogo de la obra escultórica con la arquitectónica, dos disciplinas fundamentales para el arquitecto Josep Maria Bosch Aymerich: la arquitectura, a la que se dedicó profesionalmente, y la escultura, práctica artística presente en sus proyectos y en su colección de arte.
De periodicidad anual, cuenta con una dotación económica de 30.000 € y va dirigido a creadores mayores de 18 años residentes en el Estado español que en los últimos cinco años hayan participado, con piezas escultóricas, en un mínimo de dos exposiciones colectivas o una exposición individual.

La obra presentada debe ser una escultura ya realizada que haya sido creada en los últimos cinco años (2020-2025). El Premio de Escultura Fundación Bosch Aymerich propone visibilizar y realzar este diálogo, en un contexto urbano que tiende hacia la estandarización y, en consecuencia, a la pérdida de identidad. Así, el jurado premia la obra cuyo eje de creación mejor resuelva los lazos con el espacio arquitectónico.
Ganadores de las ediciones anteriores
El artista vasco Sergio Prego, fue el ganador de la primera edición por su instalación Trece a Centauro, un proyecto escultórico concebido para el Museo de Bellas Artes de Bilbao, a partir del vacío creado en las salas del Museo con motivo de su remodelación.
La artista madrileña Júlia Spínola fue la ganadora de la segunda edición del premio por su obra Vis, un conjunto escultórico presentado en el Espai 13 de la Fundació Miró.
Acerca de la Fundación Bosch Aymerich
La Fundación Bosch Aymerich, institución privada sin ánimo de lucro fundada en 1996 por el arquitecto Josep Maria Bosch Aymerich, impulsa iniciativas en los ámbitos de las artes, la cultura, la ciencia, el deporte, la salud y la mejora de la calidad de vida, especialmente de las personas mayores y los jóvenes.
Con un firme compromiso con la educación y el progreso, la Fundación convoca anualmente becas dirigidas a jóvenes y colabora activamente con instituciones académicas, hospitales y otras entidades en proyectos de investigación, patrimonio, deporte y cultura. Entre sus iniciativas más destacadas se encuentra el Premio de Escultura, que refuerza su apoyo a la creación artística.