Theo Jansen y sus bestias de playa

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El Espacio Fundación Telefónica exhibe las “Stranbeest” del arista holandés Theo Jansen: esculturas cinéticas fruto de una evolución constante, con las que él experimenta en las ventosas playas de Holanda. Unas criaturas asombrosas, cuyo fin es convertirse en autónomas y que Jansen lleva creando desde 1990. La exposición estará abierta desde el 23 de octubre hasta el 17 de enero

Theo Jansen.

Theo Jansen.

Theo Jansen (Scheveningen, Holanda, 1948) estudió Física en la Universidad de Tecnología de Delft antes de empezar su carrera artística en los años 70. Primero se interesó por la pintura y pronto por la aeronáutica y la robótica aplicada a proyectos artísticos como su UFO (OVNI), una aeronave con forma de platillo volante, y su máquina de pintar, un robot que traza grafitis sobre una pared. Fue a comienzos de los 80 cuando comenzó a desarrollar programas de simulación algorítmica de vida artificial para diseñar organismos vivos y autónomos. Con ellos le llegó el reconocimiento internacional: premios y exposiciones.

La exposición que ahora organiza el Espacio Fundación Telefónica, Theo Jansen. Asombrosas criaturas, reúne algunas de sus Strandbeest, y deja incluso que dos de ellas se muevan en la sala de exposiciones. Se trata de esculturas cinéticas de las que Jansen habla como si estuvieran vivas. Para el artista, las bestias de playa evolucionan y se vuelven cada vez más autónomas. Se dice que tras leer en 1986 El relojero ciego del zoólogo británico Richard Dawkins, quedó fascinado por la teoría de la evolución y la selección natural de las especies. En ello trabaja: inventa constantemente mecanismos para sus criaturas, conserva los que resultan útiles, desecha el resto. Las bestias han desarrollado cerebros, trompas, estómagos y extremidades para anclarse al suelo; la mayoría de ellos se han perdido por el camino porque no ayudaban al animal a sobrevivir en su entorno. Sus criaturas nacen en octubre y dan sus primeros pasos en un cajón de arena durante el otoño y el invierno. En primavera salen a la playa y desde entonces hasta su extinción el artista experimenta con ellos durante todo el verano. Su objetivo es conseguir criaturas más veloces, complejas y autónomas.

Turgentia Vela, por Theo Jansen.

Turgentia Vela, por Theo Jansen.

Todas las bestias de playa comparten un secreto matemático, los trece “números sagrados” que Jansen calculó hace 25 años con un ordenador Atari. Estos indican la longitud de los tubos que componen las patas y definen la peculiar forma de caminar de los animales. El artista usó un programa informático que generaba, seleccionaba y mejoraba cientos de piernas diferentes. El proceso se repitió sin descanso durante meses hasta que obtuvo las medidas ideales para las patas.

Percipiere, por Theo Jansen.

Percipiere, por Theo Jansen.

Hay otro elemento común: el tubo de plástico. En su libro The Great Pretender, Jansen reconoce que la verdadera inspiración para sus bestias fueron los tubos de cableado eléctrico de color amarillento, típicos de los Países Bajos y con aspecto de hueso. Este detalle y otros muchos podrán conocerse en la conferencia que el artista impartirá sobre su trabajo y sus fuentes de inspiración para crear estas criaturas que se mueven con el viento, coincidiendo con la presentación de la exposición, el 22 de octubre. La entrada es libre hasta completar aforo y la charla se puede seguir también en la web del Espacio Fundación Telefónica, en directo en streaming o con el hashtag #TheoJansen a través de Twitter. Como anticipo reproducimos aquí parte de la traducción de un artículo que el artista publicó en el en el periódico holandés Volkskrant en 1990:

“El mar no hace más que subir, y esto amenaza con hacer retroceder los límites de nuestra tierra hasta donde estuvieron en el medievo. Y todos sabemos que en ese minúsculo trocito que nos va a quedar poco  podremos hacer. […] Sería fantástico si tuviéramos unos animales que removieran continuamente la arena de nuestras playas, que la arrojaran al aire, para que, a continuación, el viento se encargara de llevarla hasta las dunas. Para conseguir esto, he inventado unos animales que al igual que los castores en el parque natural de Biesbosch, podrán ayudar a mejorar el equilibrio ecológico de nuestra costa. Los he creado a partir de tubo rígido de canalización eléctrica, pinchos para barbacoa y cinta adhesiva. Su energía la obtienen del viento, de modo que no tienen que comer”.

La exposición va acompañada de un interesante programa de actividades paralelas, dirigido a todos los públicos, que comprende, además de la conferencia mencionada, visitas comentadas y talleres como el que invita a niños a partir de cinco años (acompañados de adultos) a inventar historias y experimentar con nuevos formatos de ilustración y edición o el que anima a introducirse en el mundo de la impresión 3D y el prototipado rápido para armar piezas pertenecientes a una pierna de las criaturas del artista. Todos los talleres son gratuitos y requieren inscripción previa (más información aquí).

Animaris Umerus, por Theo Jansen.

Animaris Umerus, por Theo Jansen.

 

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