El Museo de Obra Gráfica de San Clemente de Cuenca acoge desde el 4 de julio hasta el 24 de agosto la muestra, Pequeño, de José Luis Vieco Pérez, una selección de piezas que transmiten sensaciones de «pequeñas experiencias» sobre lo fugaz que acontece a su alrededor
El discurso de la muestra plantea la materialización del momento fugaz que José Luis Vieco capta con sus esculturas, a las que también impregna un significado especial. Quizás la idea del artista se entienda mejor si tenemos en cuenta la fuente de inspiración a la que recurre cuando crea: los pequeños aconteceres de su infancia, que por muy ordinarios que resulten, han dejado una huella profunda en su ser.
Ejemplo de ello es su amor por la naturaleza que empieza con los paseos por la serranía de la provincia de Teruel, a la que pertenece el pueblo natal de su madre. Desde muy pequeño pasaba fines de semana y veranos cogiendo setas y hongos, champiñones o níscalos, y viviendo aventuras en el Land Rover de su tío. De estas experiencias guardaba en su mochila “pequeños tesoros”, como trozos de toba o rocas. El uso de las latas en su obra también viene de estas recolecciones, pero a diferencia de la utilidad que da hoy en día, su finalidad entonces era respetar y cuidar el medio ambiente.
A estos recuerdos se suman los paseos con sus padres y hermana. «Cuando subíamos al casco antiguo, no era simplemente para pasear, siempre iba acompañado de alguna actividad que despertaba mi interés y hacía que me quedase con ese recuerdo: las visitas a los belenes, los cursos de manualidades, Semana Santa, los talleres de pintura, la vaquilla…», cuenta el artista. Además su tía Rosa contribuye en este afán por plasmar sus ideas con un lenguaje plástico, regalándole un cuaderno en blanco, que él toma como diario de dibujos. Sin embargo, su preocupación por no saber plasmar una tridimensionalidad verosímil de la realidad, le lleva a abandonar el soporte bidimensional y tomar la escultura, con la que hoy en día trabaja más a menudo.
Por esto, no es de extrañar que Antonio Pérez se sintiese atraído hacia sus obras en 2012, cuando las ve expuestas en la Sala ACUA de la UCML del Festival Extendido I y decidiese nutrir la colección permanente de la Sede de Cuenca con piezas de este artista. Precisamente, en este espacio se ha expuesto esta muestra temporal los pasados meses de mayo y junio.