Mariana Castillo Deball: “Si no conocemos nuestra historia o si no reflexionamos en torno a ella, no podemos vivir en el presente”

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La artista mexicana, Mariana Castillo Deball, expone su proyecto Parergon hasta el 1 de marzo en el histórico pabellón del Hamburger Bahnhof de Berlín, tras haber ganado con este el Premio de la Galería Nacional alemana en el 2013. En una entrevista con Descubrir el Arte, Castillo Deball nos explica su trabajo, que responde a una instalación formada por 25 piezas, y que habla por sí mismo sobre la transformación histórica, filosófica y artística de las cosas

El Premio de la Galería Nacional se instauró en el año 2000 cuando el coleccionista Rolf Hoffmann, contagió su iniciativa de promocionar y apoyar las creaciones contemporáneas de los jóvenes talentos al colectivo de amigos de la Galería Nacional. Desde entonces, este galardón se ha convertido en uno de los reconocimientos más importantes para los artistas del panorama actual que residen o trabajan en Alemania. La cantidad que se otorgaba por entonces, era la considerable suma de 1000,000 marcos alemanes, hoy en día 50000 euros.

Desde el 2002 creció su reconocimiento, incluyendo con el premio la compra de una de las obras del artista ganador. También en los últimos años ha abierto su campo a otras disciplinas artísticas como el cine, en el cual hoy en día se otorga el Premio de Arte al joven talento de cine. Sin embargo, en  el 2013, el formato del premio ha sufrido ciertas modificaciones en la forma de recompensar, cambiando la remuneración monetaria por dar la oportunidad al ganador de exponer su producción en el actual Museo de Arte contemporáneo de Berlín. El nombre del museo también responde al de Hamburger Bahnhof, ya que en este espacio se albergó una estación de tren instaurada a mediados del siglo XIX, y transformada como espacio expositivo en la década de 1980.

Una vez más, este evento cultural se realiza en parte por la contribución de empresas privadas como BMW, cuyo grupo cultural se encarga de patrocinar tanto este premio de las artes plásticas como el de cine.

Mariana Castillo, protagonista de esta séptima edición, suma este mérito a su larga trayectoria que comienza en  1997 tras licenciarse en Bellas Artes por la Universidad Nacional Autónoma de México. Cinco años después recibe un título de postgrado por la Academia Jan van Eyck de Maastrich. A partir de entonces son numerosas las exposiciones individuales celebradas que han dejado la huella de la artista por todo el mundo. Desde The Wall and the books: 987 words stolen from a library, en la Academia Jan van Eyck de Maastrich (2002) o Estas ruinas que ves en el Museo de Arte Carillo Gil de México D.F (2006), hasta What we caugth we threw away, What we didn´t catch we kept en el Centro de Arte Contemporáneo de Glasgow, y Palabra e pedra solta ñao têm volta celebrada en Sao Pablo el pasado año 2013. También las muestras colectivas en las que ha participado forman una larga lista  como la que tuvo lugar este año, Under the Same Sun: Art from Latin America Today, en el Museo Solomon R. Guggenheim de Nueva York.

En cuanto al discurso de esta instalación, Parergon, la artista nos explica el proceso reflexivo que constituyó la idea principal de este proyecto, hasta ser expuesto en el museo:  “yo decidí concentrarme en usar los recursos que tenía la institución de la Galería Nacional, centrándome en la historia de las colecciones, la historia de la proveniencia de los objetos y la manera  en la se han transformado a lo largo de los años estas piezas que están aquí (…) Todos los objetos que he utilizado tienen que ver con Berlín, bien porque  llegaron aquí de otro lugar del mundo, porque aquí se exhibieron, porque aquí se destruyeron, o porque tienen un vínculo con la ciudad. Por otra parte el edificio donde se alberga es muy importante por la vida que ha tenido, ya que después de la Segunda Guerra Mundial quedó en un estado muy raro. Entonces la primera vez que la gente pudo entrar en este lugar en los años 80, tenía una atmósfera como si se hubiese parado el tiempo, y esa sensación es similar a la que transmiten las piezas elegidas”.

La artista compone la instalación con instrumentos como una rueda de tren incendiada o una pieza del interior del ferrocarril que sufrió una explosión. Esto es porque en cierta manera “se han convertido en una escultura o simplemente son objetos que hablan por sí mismos, y sucede en todos los casos, ya que busqué aquellas cosas en las que se percibiese un momento de transformación, ya sea histórico o material, en la superficie visible o tangible, queriendo ir más allá del lenguaje. Por ello el título de la exposición es el término griego que significa ‘lo que está alrededor de la obra’, y esto puede ser el marco, el ornamento, o simplemente el comentario que hay hacia ella. Este trabajo muestra muy bien mi práctica artística, que tiene mucho que ver con  encontrar los momentos donde la obra se salé de sí misma, y se convierte en  otra cosa (…) Mi trabajo siempre tiene un rasgo que se relaciona con la arqueológica, la etnología o la historia, aunque el discurso que compongo no es lineal, ni una historia narrativa, solo son futuros interrumpidos. Es una idea de colección de desviaciones temporales”.

 

Sara VALVERDE

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