Trabajo de lo visible es el nuevo proyecto de la Galería Odalys, que ha reunido a diferentes generaciones de artistas cuya preocupación ha sido, y es, reducir una realidad tan abstracta como el espacio, mediante formas plásticas. El comisario de la exposición, Alfonso de la Torre, propone un viaje transversal por la corriente española de la abstracción geométrica
La Galería Odalys se fundó en 1992 para albergar y dinamizar la creación latinoamericana; al mismo tiempo nacían otras instituciones del grupo empresarial Odalys como la Casa de Subastas, y posteriormente Odayls Ediciones de Arte, Tienda de Arte Odalys y la Fundación Odalys.
A medida que han ido transcurriendo los años, se han ampliado las sedes de la galería por Estados Unidos, Latinoamérica y Europa. Desde su llegada a España han apostado por presentar el arte español de una forma original y didáctica, para que el espectador pueda encontrar nuevas lecturas de los movimientos artísticos contemporáneos españoles; muchos de ellos, en relación con la vanguardia del momento europea y americana.
«El trabajo de lo visible» en la galería Odalys.
De esta forma, la muestra Trabajo de lo visible, propone un recorrido por la abstracción geométrica, que nació en la década de los cincuenta con agrupaciones de artistas como el Equipo 57 o Grupo Gaur, y en su repercusión en los artistas del siglo XXI que han recreado la idea estética esencial con nuevos soportes como el videoarte o la fotografía. Entre algunos de los creadores más renombrados se encuentran Eduardo Chillida, Jorge Oteiza, Teo González, Pablo Palazuelo, Ignacio Llamas o Raúl Valverde.
El título de la exposición, sugerido por el comisario, hace mella en la teoría del crítico de arte Claude Esteban (París, 1935-2006), que estuvo vinculado a la galería Maeght, que reflexionó a lo largo de su vida sobre cómo plasmar el espacio y la energía de la realidad en formas plásticas en una extensión tan limitada como un soporte artístico. Una realidad, que aunque sea visible, no termina por ser táctil y, por tanto, siempre existe la duda de si es posible materializar algo tan abstracto como el espacio en el que nos movemos.
Quizás uno de los grandes maestros, que sirvió de referencia para los artistas «de la corriente abstracta fría», fue el pintor Paul Klee, alumno y posteriormente profesor de la Bauhaus, que estudió durante su trayectoria la necesidad de nuevos símbolos que mimetizasen las leyes de nuestra existencia. Una proposición de carácter metafísica, que se relaciona con lo que también disertaba Claude Esteban » nunca podremos conocer todas las formas, porque no son legión, sino abismo».
«El trabajo de lo visible»en la galería Odalys