Olafur Eliasson: paisaje de laboratorio

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River Bed, por Olafur Eliasson.

Encerrada en las salas de un museo danés, Riverbed es la instalación con la que el artista Olafur Eliasson vuelve a recrear, literalmente, la naturaleza. La visita es un recorrido por un terreno inconsistente, acompañado de olores y ruido de agua: una experiencia sensorial

El trabajo de Olafur Eliasson está basado y dirigido hacia una experiencia globalizadora que implica comprensión intelectual y percepción sensorial por parte de quien se acerca a ella. El visitante es mucho más que un espectador: su reacción se convierte en parte necesaria de la obra. En el número de diciembre de Descubrir el Arte (190), el arquitecto Miguel Barahona analiza cómo en determinados proyectos este artista danés hace del espacio expositivo el centro de la experimentación. Entre ellos, el más reciente es la instalación Riverbed del Museo de Arte Moderno de Louisiana en Humlebaek (Dinamarca), que se puede visitar -mejor, recorrer- hasta el próximo 4 de enero.

Tal y como explica en el reportaje de Descubrir el Arte Miguel Barahona: «En esta instalación la materialidad natural contrasta con el carácter abstracto del edificio, uno de los principales ejemplos de la arquitectura moderna en Dinamarca. Se inauguró en 1958, obra de los arquitectos Jorgen Bo y Wilhlem Wohlert, responsables también de las sucesivas ampliaciones. El ala sur fue construida en 1982, y para alojar obras de mayor tamaño sin superar la altura del resto de edificaciones, se recurrió a excavar el terreno. Riverbed remite a la topografía original para ofrecer una experiencia de laboratorio, un paisaje condensado en un entorno radicalmente artificial. La obra se ha definido como un «stress test», una prueba de la capacidad del edificio de asumir lo físico, la materialidad de lo real. La intervención va más allá de buscar imágenes que provoquen la activación de nuestra memoria. La textura de la tierra, el ruido del agua, los olores se incorporan a la experiencia del espacio. No se trata, por supuesto, de una instalación para observar desde un punto fijo, sino para recorrerla; la obra solo se completa por la interacción del visitante. Un recorrido que en esta ocasión se hace difícil por la inconsistencia del terreno. El esfuerzo físico pasa a formar parte de la experiencia sensorial del espacio».

También Mediated Motion, un proyecto en el museo Kunsthaus de Bregenz en 2001, fue un ejercicio de recreación de la naturaleza. Allí Eliasson cubrió las salas con un falso techo de vidrio esmerilado que dejaba pasar la luz. Bajo ese cielo artificial, el gélido edificio del arquitecto Peter Zumthor se llenó de olores, texturas, color, temperatura, humedad y aire. Con todo ello, el artista danés planteó de forma radical reflexiones recurrentes en su trayectoria como la naturaleza como sistema en evolución o la experiencia que se produce a partir del movimiento.

Mediated motion, por Olafur Eliasson en museo Kunsthaus de Bregenz.

Mediated motion, por Olafur Eliasson en museo Kunsthaus de Bregenz.

La manipulación de la percepción es otro de los recursos con los que Eliasson se enfrenta a estos experimentos relacionados con el espacio. Se vale de la luz, de proyecciones o de la creación de niebla para modificar o anular los puntos de referencia del espectador y provocarle sensaciones que en algunos casos podrían calificarse como oníricas, como ocurrió en The weather project, la instalación en la Sala de las Turbinas de la Tate Modern de Londres con la que el artista danés pasó a ser conocido por el gran público en 2003.

The weather project, por Olafur Eliasson en Tate Modern.

The weather project, por Olafur Eliasson en Tate Modern.

En Din blinde passager, en 2010, el visitante se encontró con un túnel de 90 metros de largo; una vez en su interior, se enfrentaba a una densa niebla que anula el sentido de la vista. son necesarias nuevas referencias para percibirlo.

 

En el artículo de Descubrir el Arte 190, Miguel Barahona analiza con estos y más ejemplos cómo «la producción de Olafur Eliasson se debate en la tensión entre el arte conceptual, cerebral, de raíz científica, y un arte emocional, subjetivo, basado en la experiencia».

One Reply to “Olafur Eliasson: paisaje de laboratorio”

  1. A propósito de la exposición «Mediated motion» en la Kunsthaus de Bregenz, en el artículo aparece esta frase «Allí Eliasson cubrió las salas con un falso techo de vidrio esmerilado que dejaba pasar la luz».
    Sólo puntualizar que el falso techo de vidrio es idea original del proyecto y por tanto obra de Peter Zumthor.
    Gracias a ese techo, apoyado por luz artificial, y al doble cerramiento de vidrio en fachada, se filtra suavemente la luz del lago Constanza que envuelve cada planta.

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