Esta histórica institución, heredera de la Institución Libre de Enseñanza, ha recibido la Medalla de Honor 2015 otorgada por la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando de Madrid por su prolongada e intensa tarea de difusión y promoción cultural desde sus inicios hasta la actualidad
La Medalla de Honor 2015 que concede la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando reconoce a la Residencia de Estudiantes como una de las instituciones que mayor labor de creación y promulgación de la cultura a nivel europeo. No es la primera vez que obtiene reconocimiento por su trabajo, en 2007 y 2014 obtuvo el Sello del Patrimonio Europeo.
Los académicos Juan Navarro Baldeweg, José Ramón Encinar y José Luis Yuste fueron los encargados de proponer a esta entidad como candidata al galardón. Este reconocimiento premia internacionalmente de manera anual a las personas o instituciones especialmente destacadas en el tratamiento de todo lo relacionado con la cultura, desde el impulso y difusión de las artes o la promoción de la creatividad actual, hasta las labores patrimoniales referentes a la historia, naturaleza y cultura.
Desde sus inicios en 1910, la Residencia de Estudiantes se conformó como núcleo de efervescencia artística y científica, recogiendo la herencia de la Institución Libre de Enseñanza creada por Fernández de los Ríos y la Junta de Ampliación de Estudios, organización creadora de la institución. En un momento de dificultad y lejanía en cuanto a la recepción de influencias europeas, la Residencia generó un ambiente de intercambio de saberes y experiencias liderado por el llamado grupo de los «Quinientos», élite que aspiraba a cambiar la situación cultural española. Provisionalmente instalada en la madrileña calle Fortuny, surgió la necesidad de un traslado a un recinto mayor por el crecimiento exponencial del alumnado y las aspiraciones, instalándose de manera definitiva en la célebre Colina de los Chopos. Allí, alumnos y profesores, que ya eran o se convertirían en figuras clave de la cultura de nuestro país, promulgaron una simbiosis generacional que enriqueció el impulso creativo. Protagonistas de dicho intercambio fueron Juan Ramón Jiménez, tutor y residente durante una época, junto a los nombres que se asocian normalmente a la Residencia de Estudiantes como son el trío Federico García Lorca, Salvador Dalí y Luis Buñuel. Por ello, no es de extrañar que en este ambiente de libertad creativa junto a la disciplina necesaria para su desarrollo, se gestara la Generación del 27 y además fuese el lugar perfecto para recibir el incipiente Surrealismo.

Salvador Dalí, José Moreno Villa, Luis Buñuel, Federico García Lorca y José Antonio Rubio Sacristán.
Con ansia de explorar y distinguirse de lo reglado y lo académico, los artistas no permanecían en un único género sino que se convertían en creadores multidisciplinares y nómadas, como demostró García Lorca, pues aunque era principalmente poeta también dominaba el piano, hacía dibujos surrealistas e incluso era escenógrafo e impulsor del teatro social con el grupo La Barraca. Por su parte, Dalí se forjaba como pintor surrealista a la vez que hacía incursiones en la poesía.
La Residencia se convirtió en lugar de reunión de la vanguardia y de estancias más largas o visitas esporádicas de personalidades extranjeras. Así, músicos como Manuel de Falla, José Moreno Villa (cuya labor documental fue esencia)l, escritores como Rafael Alberti, Miguel de Unamuno o Pedro Salinas, científicos como Severo Ochoa o José Ortega y Gasset o intelectuales de la talla de Eugenio d’Ors, eran asiduos a los encuentros y ponencias.
En suma, es destacable en el contexto de efervescencia cultural el afán de visibilidad por parte de los residentes, de manera que realizaban fotografías de grupo para documentar y difundir lo que estaba sucediendo.
- Albert Einstein en la Residencia de Estudiantes.
- Le Corbusier junto a García Mercadal, 1928.
La internacionalidad de esta institución también se visualiza desde el comienzo, pues el arqueólogo inglés Howard Carter visitó la Residencia para exponer su descubrimiento de la tumba de Tutankamón, Albert Einstein realizó una ponencia sobre la Teoría de la Relatividad, se representaron obras de Ígor Stravinsky o Le Corbusier fue invitado para impartir conferencias sobre la arquitectura del movimiento moderno.
El paso del tiempo ha reorientado las funciones de la institución aunque siguen por el camino de impulso cultural, ya que en su reapertura se creó un Centro de Documentación que posee un fondo de innumerable valor y cuantía documental, así como se impulsó la recuperación del patrimonio físico de la sede de la antigua Residencia. Además, se continúa con el deseo de divulgación y reunión cultural mediante actividades como exposiciones, conferencias, proyecciones o mesas redondas sobre diversos temas dentro de lo cultural, junto a una editorial propia que respalda sus publicaciones o la concesión de becas para jóvenes talentos.