¿Qué pasa ahora con la abstracción?

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A partir del 29 de enero y hasta el 12 de marzo, la galería Odalys de Madrid presenta la muestra Geometrías posibles, que demuestra que aunque  la abstracción no es el discurso dominante hoy en día sí sigue interesando tanto a artistas consolidados como a los muy jóvenes de tres países diferentes: España, Reino Unido e Irlanda

Desde los años veinte a los sesenta del siglo XX, la abstracción, sobre todo en sus vertientes geométrica o informalista, fue el emblema de la modernidad, que culminará con la llegada del minimalismo norteamericano, una corriente que defendía que el arte era pura forma sin significado alguno para pasar, a finales de los sesenta, a la posmodernidad, que abogaba justo por lo contrario, el significado es algo consustancial a la práctica artística. Desde ese momento, en el arte se ha ido profundizando cada vez más en esta senda, la de «incluir en sus debates asuntos que existen fuera de la obra de arte misma –la cual ha dejado en algunas ocasiones de constituir un objeto: esto es una pintura o una escultura–, tales y como el contexto en el que surge o la requerida participación activa del espectador», comentan sobre el discurso expositivo desde la propia galería.

Es más, en los noventa una serie de artistas revisitaron la pintura abstracta, pero mostrando los contenidos que con ella se podían explorar. Así, los trabajos de estos creedores plásticos iban desde lo metafísico y extasiático (Philip Taaffe, Domenico Bianchi); lo político (Peter Halley); la identidad sexual (Ross Bleckner); la ecología (Per Kirkeby o Ian Mckeever) o la incorporación de nuevas imágenes tecnológicas y teorías cientícas (Terry Winters); hasta variadas reflexiones metalingüísticas, teóricas y procesales (Gerhard Richter, Juan Uslé, Jonathan Lasker, Olav Christopher Jenssen o Xavier Grau).

Obra de Robert Ferrer i Martorell.

Obra del artista Robert Ferrer i Martorell. Arriba, obra de Iñaki Ruiz de Eguino.

Estos antecedentes son necesarios para entender la pregunta sobre la que báscula esta muestra de la galería Odalys, ¿qué pasa ahora mismo con la abstracción? La respuesta es clara, la abstracción no ha muerto, y aunque no es el discurso dominante de la creación plástica del presente, todavía sigue vigente como demuestra esta exposición, donde se han reunido pinturas y esculturas de artistas (entre ellos algunos muy jóvenes) que trabajan desde tres países europeos distintos (España, Reino Unido e Irlanda). Y como queda patente en sus trabajos, lo hacen con rigor, concentración, y sin distracciones ni presiones externas.

Pero además de la pregunta inicial, surge otra cuestión importante al ver los trabajos de esos artistas, y es que la abstracción «no se ve ya como un lenguaje definitivo y excluyente, capaz de plasmar una visión utópica, sino que más bien es como una forma más de enfrentarse al fenómeno artístico». Quizá por esta especie de «modestia», la mayoría de los artistas reunidos en la galería Odalys trabajan sobre soportes «más humildes», como el papel, y hayan desterrado los grandes tamaños para haerlo en formatos más pequeños, como una manera de alejarse del concepto «épico» de la abstracción de los noventa para centrarse en conceptos como la fragilidad, la espontaneidad o la inmediatez.

Un recorrido por los artistas

Y centrándonos ya propiamente en los artistas que conforman Geometrías posibles, dos de ellos coinciden en trabajar sobre papel DINA4, aunque aquí acaba la semejanza entre ellos, el británico Richard Caldicott (Leicester, 1962) y al irlandés Mark Joyce (Dublín, 1966).

Obra del artista Richard Caldicott.

Obra del artista Richard Caldicott.

Richard Caldicott es conocido sobre todo por sus fotografías, pero además es autor de una «singular obra abstracta sobre papel cuyas imágenes son creadas en la pantalla de un ordenador antes de ser impresas digitalmente sobre papeles de tamaño folio». Después las retoca con pluma estilográfica. El resultado, unos dibujos de un aspecto íntimo y cercano.

Obra del artista Mark Joyce.

Obra del artista Mark Joyce.

Por otra parte, las imágenes de Mark Joyce estás impregnadas de dinamismo y vibraciones. Sus trabajos están hechos manualmente y parte de composiciones de líneas de colores sobre fondos blancos, neutros, lo que establece un interesante contraste cromático. En resumen, una reflexión sobre la luz entendida como algo físico y casi palpable,

Obra del artista Andrew Bick.

Obra del artista Andrew Bick.

El británico Andrew Bick (Coleford, Gloucestershire, 1963) pinta imágenes geométricas complejas utilizando a la vez materiales superpuestos: el acrílico, el lápiz, la acuarela y la cera. Sus obras surgen de la superposición y combinación de rectángulos, cuadrados, triángulos y formas híbridas. Utiliza con gran maestría colores apagados, veladuras y manchas, aplicados con pinceladas apenas visibles, las cuales dan a todas sus composiciones un aire meditativo, atmosférico y de un dinamismo pausado.

Obra del artista Eduardo Barco.

Obra del artista Eduardo Barco.

El español Eduardo Barco (Ciudad Real, 1970) enfatiza la geometría en sus composiciones, con una tonalidad sobria que va de dos a cuatro colores, donde dominan los grises. Sus imágenes  más geométricas sugieren ventanas y puertas de edificios. También utiliza círculos, óvalos, tramas y formas curvas y orgánicas. El resultado es una pintura pausada y reflexiva.

Obra del artista David Rhodes.

Obra del artista David Rhodes.

David Rhodes (Manchester, 1955) pinta cuadros en distintos formatos verticales que destacan por su austeridad. Utiliza los mínimos recursos posibles pero sacando el mayor provecho de su potencial. Sus superficies están dominadas por bandas y líneas grises y negras, a su vez verticales, pero también inclinadas y que forman ángulos como los de la N y la W. Al artista le interesan las posibilidades hipnóticas de estos espacios repetitivos creados a partir de relaciones formales pictóricas.

Iñaki Ruiz de Eguino (San Sebastián, 1953) utiliza colores ocres, gris y negro y a veces el azul para resaltar líneas. Sus obras son un homenaje a Malevich y a la arquitectura rural vasca. Sus líneas son rectas, al igual que los límites de sus volúmenes. Su pintura es geométrica y destaca por sus atmósferas oscuras. En otros casos, líneas rectas y delgadas se entrecruzan sobre fondos monocromáticos.

Obra del artista Carlos Cartaxo.

Obra del artista Carlos Cartaxo.

Carlos Cartaxo (Valladolid, 1978) dibuja, pinta y construye relieves tridimensionales en madera que luego cuelga sobre la pared, como manera de exacerbar la naturaleza objetual de la pintura. Sus formatos pequeños sugieren objetos cotidianos, mientras que los grandes don de gran complejidad, a modo de maquetas arquitectónicas que incorporan paisajes vistas desde arriba. Su trabajo es autorreferencial y surge de la experiencia de la arquitectura y el diseño contemporáneos.

Robert Ferrer i Martorell (Valencia, 1978) parte de formas circulares a modo de órbitas donde los círculos estallan en pequeños fragmentos de colores, lo que lo dota de una gran profundidad espacial. En otros casos, los círculos y cuadrados forman secuencias en la que también hay estallidos de fragmentos similares y que parecen resultados de catástrofes astrofísicas. Está obsesión del artista por el aspecto temporal en sus composiciones le han conducido a la escultura.

Escultura de Eok Seon Kim.

Escultura de Eok Seon Kim.

Los dos últimos artistas son escultores. El coreano y residente en España Eok Seon Kim (Seúl, 1963) hace esculturas y relieves en madera, vidrio y estuco y desarrolla formas geométricas como cajas o conductos que se repiten. Utiliza los colores de los materiales que a veces emblanquece y añade un solo color, como el verde, el rojo el azul. Su obra invita a la contempladión y a la meditación, quizá fruto de las filosofías orientales de su país.

Esculura del artista Jorge Varas.

Esculura del artista Jorge Varas.

El español Jorge Varas trabaja en cambio con maderas preciosas como el iroco. Sus esculturas exploran conceptos como la horizontalidad y la verticalidad. Estas últimas están cortadas en planos romos y recuerdan a columnas, obeliscos o troncos de árbol. En cambio, las piezas planas y horizontales se asemejan a alfombras y sugieren paisajes arbolados.

 

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