Recorrido por la imaginería contemporánea

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Two Art Gallery presenta Barro, madera y sangre, una exposición realizada en colaboración con la Consejería de Cultura de la Comunidad Autónoma de la Región de Murcia y comisariada por Jesús Abades, dedicada a la escultura neobarroca desarrollada en la actualidad. Dividida en dos sedes, el Conjunto Monumental San Juan de Dios y la galería, un total de 23 artistas exhiben más de 40 obras hasta el 14 de julio

Durante los últimos años hemos asistido a una auténtica revolución de la imaginería contemporánea, si miramos hacia atrás, en ningún momento, en los cinco siglos pasados, ha habido en nuestro país tal número de artistas y talleres dedicados a la creación de escultura basada en la imaginería tradicional con unos resultados de tan alta calidad. Gracias a una nueva generación de creadores, la imagen religiosa ha conseguido evolucionar y traspasar las fronteras marcadas por los estrictos parámetros estéticos de la tradición convirtiéndose en una de las más desarrolladas y lúcidas industrias culturales en España.

En este contexto surge Barro, madera y sangre, como una clara necesidad de mostrar el estado de la imaginería contemporánea a través de sus más destacados representantes, ofreciendo así, por primera vez, una visión global de cómo cada uno de estos artistas han ayudado con su personal aportación al auge y evolución de este tipo de expresión, tan arraigado en la tradición artística española, y muy especialmente en la ciudad de Murcia.

Sobre estas líneas, David y Goliat, por Alberto Marín López, 2019, resina policromada con óleo, 142 x 81 x 89 cm. Arriba, una de las salas de la exposición Barro, madera y sangre.

Así, a través de sus dos sedes, el espectacular entorno del Conjunto Monumental San Juan de Dios y la sala contemporánea Two Art Gallery, se realiza una primera incursión en el mundo de la imaginería actual presentando el trabajo de una nueva generación de artistas cuyas obras, integradas en el contexto del neobarroco, ofrecen una visión detallada de cómo ha evolucionado dicho lenguaje a través del tiempo hasta llegar al que probablemente es el momento más destacado de esta tendencia en la historia del arte. Aunque en su esencia las técnicas empleadas y el proceso de ejecución siguen siendo los mismos, primer boceto en barro, saca de puntos, devastado de la madera, talla directa, policromía, estofado, dorado…., –con el uso en algunos casos de las nuevas tecnologías 3D y materiales como la resina–, donde sí ha habido una mayor transformación ha sido en lo referido a la concepción de la obra, una nueva estética que recuerda constantemente que estos nuevos imagineros son artistas de su tiempo, creadores contemporáneos preocupados por la investigación, el análisis y la creación de piezas innovadoras que abren un nuevo camino a la imagen religiosa.

Un total de 23 artistas y más de 40 obras, muchas de ellas realizadas con motivo de esta exposición, ofrecen por primera vez una visión global del estado de la imaginería contemporánea demostrando que esta se mantiene más viva que nunca, y aunque sus parámetros estéticos parten de una marcada tradición, cada uno de ellos ha sabido aportar su personal visión demostrando que todavía queda mucho por decir. Dos majestuosos crucificados a tamaño natural de Antonio Reiné y Edwin González Solís, visiones de diferentes nazarenos, con o sin cruz, de Antonio Luis Troya, Juan Vega, Ismael Delgado Carrasco y Ramón Cuenca Santo, y cuatro dolorosas realizadas por Manuel Martín Boillo, Jesús Manuel Romero, Alejandro López y Enrique Calero Rivera, Juan José Negri con una conmovedora versión de Cristo atado a la columna, y entre todos el impactante rostro del Cristo de la expiración del maestro Francisco Romero Zafra consigue inquietar todas las miradas. Obras de gran escala que se completan con una serie de bustos y piezas de pequeño-mediano formato de Álvaro Abrines, Alberto Marín López, Jesús Arcos de la Rosa, Marco Antonio Humanes, Francis Arredondo, Víctor García Villalgordo, Martín Nieto, Rubén Fernández Parra, Santiago Delgado Carrera y Pedro García Velasco, aportando así un toque más íntimo al conjunto de la exposición. Córdoba, Sevilla, Málaga, Huelva, Cádiz, Murcia, Alicante dibujan el nuevo mapa de la escultura neobarroca contemporánea caracterizada por una mayor preocupación hacia el naturalismo y realismo de las formas que cada vez más se apartan de elementos decorativos innecesarios con la única máxima de llegar a conmover el alma del espectador.

Retrato de Jesús, por Javier Arizabalo.

De igual modo sorprenden los dos retratos hiperrealistas, Jesús y María, realizados por el artista Javier Arizabalo, pintor invitado especialmente para ilustrar la portada del catálogo, libro de referencia con cerca de 300 páginas que se ha convertido en el primer manual de imaginería contemporánea realizado hasta el momento.

Muchas son las muestras que han sido realizadas sobre escultura religiosa pero esta es la primera vez que el foco de atención recae en las nuevas generaciones, el futuro de la imaginería actual, son los herederos de una tradición que sigue más viva que nunca gracias a su constante empeño de superación, a una absoluta entrega y dedicación que les ha llevado a mirar más allá de las líneas establecidas en busca de una evolución de las formas consiguiendo aportar nuevos matices sobre modelos iconográficos tan asumidos a lo largo de la historia del arte; son artistas contemporáneos, creadores de su tiempo, y ahora ha llegado el momento de concederles el reconocimiento y lugar que sin duda se merecen.

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