Un universo al margen de la realidad

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Charo Antón exhibe en la sala de exposiciones La Alhóndiga. Ayuntamiento de Zamora sesenta y cuatro óleos y tres poemas que tratan temas como el retrato, paisaje, desnudos o bodegones en los que la artista intenta detener el tiempo. Hasta el 7 de febrero

Hace unos años, Charo Antón (Zamora, 1954) mostraba en esta misma sala una serie de obras de carácter abstracto y conceptual en las que dominaban las masas de colores vibrantes y los fuertes contrastes cromáticos.

Unas características técnicas que también están presentes en las piezas de A salto de mata, título de la exposición actual, aunque esta vez se trata de obra figurativa, que no realista, como puntualiza Charo Antón: “Intento abordar los diferentes temas con total libertad, y, aunque el resultado puede muchas veces resultar chocante, quiero interpretar, transformar esa realidad desde la expresión de las sensaciones, los sentimientos, el recuerdo…”. Así, en estos trabajos está la ternura, la admiración y comunión con la naturaleza (que pueden inspirar esos animales y paisajes, por ejemplo), el dolor y, también la alegría de vivir. Unos sentimientos que pueden encontrarse en los tres poemas y en los libros que forman parte de esta muestra.

Se trata de construir un universo propio, al margen de la realidad, aun partiendo de la realidad. ¿Un universo de ficción? Sin duda puede llamarse así. Pero todo ello explicado a posteriori porque ha sido llevado a cabo sin un propósito, sin imponerse una meta a priori. Está todo ejecutado desde un dejarse sentir y un dejarse llevar.

Sobre estas líneas, Charo Antón junto a una de sus obras. Arriba, una de las piezas de la exposición A salto de mata.

No se encontrarán, por tanto, símbolos ni mensajes o segundas intenciones. No es un arte “al servicio de” o con una escenografía. El resultado depende siempre de su estado anímico en un momento dado, en un instante o instantes determinados de la existencia.

En todos los motivos hay un intento, “inconsciente de suspender el tiempo, de fijar el instante. El tiempo, siempre el paso del tiempo tan presente en mis poemas desde mi más temprana edad”, comenta la artista.

En definitiva, las obras que conforman esta exposición son fruto de muchas horas de trabajo hecho con pasión en la que el visitante además podrá descubrir la huella de los artistas que admira Antón y cómo su pincelada más o menos impresionista se ha ido deslizando a una más agresiva, aunque sin estridencias, o al brochazo mucho más libre. Y es que como insiste la pintora, “parto de la convicción profunda de que el pintor/escritor transforma la realidad en arte porque de una u otra forma, de lo que se trata es de trascender lo representado, siempre desde la libertad y, a ser posible, desde la belleza. Libertad y belleza, belleza y libertad, ese es mi lema”, añade Antón.

Obra de la serie A salto de mata.

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