El proyecto de Soomin Kim y Mikha-ez se exhibe en Salamanca

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Los 9.806 kilómetros que separan Seúl de Gijón, la distancia que hay entre el estudio de la comisaria Kim y el del artista Mikha-ez, son el punto de encuentro de un diálogo expositivo que puede contemplarse ahora en el Museo de Salamanca. Hasta el 16 de octubre

9,806 km nació sin ningún pretexto, siendo inicialmente una mera conversación que terminó por convertirse en una exposición para el espacio donde todo surgió: Instagram (@meenkim.iphoto y @mikha.ez). Ahora, ese contenido profundamente digital, expuesto en la red y abierto a las interacciones de usuarios de cualquier parte del mundo, ha sido editado en formato físico.

Cartel de la exposición de Soomin Kim y Mikha-ez en el Museo de Salmanca.

Aquella conversación inicial, cargada de referencias y referentes, de contenidos que enlazan con otros contenidos, de imágenes pero también de textos, de textos convertidos en imágenes, se materializa para expandirse a través del espacio de la sala de temporales del Museo de Salamanca. Todo el material (e-mails, burofax de la Aduana, documentos de importación de ADT Postales, textos, obras de Mikha-ez, fotos, libros, snacks coreanos, pósters, objetos de los estudios de ambos, material digital para ser proyectado…) se interconecta en una cartografía visual que inunda la sala y ofrece al usuario un display de vínculos abiertos y libres.

Actividad de retorno

Para la exposición 9,806 km de Soomin Kim y Mikha-ez se ha ideado una actividad de retorno, con el afán de que la transferencia de conocimiento a la sociedad sea real y efectiva. De este modo, se plantea una conversación donde intervendrán los dos protagonistas del proyecto, Soomin Kim y Mikha-ez, sirviendo la preparación de un café de especialidad en filtro al inicio de la conversación como desencadenante de este encuentro que trata de visibilizar puntos en común, pero también desencuentros, entre dos culturas como son la coreana y la española.

Así, bajo la moderación del comisario de la exposición Antonio Toca, se irán abordando diferentes reflexiones: la hiperconectividad, el algoritmo de las redes sociales, los nuevos modos de exhibición artística a raíz de la pandemia o las cartografías visuales como forma de creación artística. Para que esta actividad no sólo repercuta en la sociedad salmantina, se propone que la sesión sea retransmitida en streaming con el fin de que personas desde otros puntos de la geografía puedan acceder al contenido.

¿Cómo surgió la idea original?

Lo que aquí se propone es una suerte de diálogo mantenido entre ambos, una conversación que es en verdad una exposición (de materiales y reflexiones gráficas), una exposición que es una conversación, una invitación a quien se suma ahora. Es un diálogo fruto de la hiperconectividad que explora la globalización y que con la Covid-19 se acentuó. Es quizás un encuentro orquestado por los algoritmos, esos que en apps como Instagram deciden lo que mostrarte u ocultarte, aquellos mismos que interconectaron los 9.806 km entre el portátil de Soomin Kim y el sobremesa de Mikha-ez.

Surgió así una conversación motivada por el interés de Soomin Kim por el trabajo artístico de Mikha-ez, que intenta explorar las posibilidades de llevar a cabo una exposición de alguno de sus proyectos en Corea del Sur. Una puesta en común en una lengua que no es la de ninguno y que sin embargo les ha permitido compartir. Una propuesta dialogada en torno a las obras de Mikhaez, un intercambio pausado de materiales, referentes y referencias, que han terminado por convertirse en el objeto mismo de esta exposición.

Una conversación que sobrepasa las pantallas y se expande a través de las paredes de sendos estudios, convirtiéndose los muros blancos en improvisados mood boards, en cartografías de obras referenciadas y referencias hechas imágenes, un atlas sobre el que proyectar un puente entre Seúl y Gijón para recorrer esos 9.806 km.

El proyecto, según su comisario Antonio Toca

«9.806 km es la materialización del diálogo iniciado durante el confinamiento entre el artista Mikha-ez y la comisaria Soomin Kim. 9.806 km es la distancia que separa el estudio de Mikha-ez en Gijón y el de Soomin Kim en Seúl. 9.806 km es una exposición virtual que ambos tienen en sus perfiles de Instagram (@mikha. ez y @meenkim.iphoto). 9.806 km es, además, un libro de artista en el que todo el contenido de la exposición forma parte del mismo. El diálogo surge del interés de Soomin Kim por el trabajo de Mikha-ez y la posibilidad de mostrarlo en Seúl, algo que la pandemia truncó. Soomin Kim quiere conocer más acerca de los temas tratados en la obra de Mikha-ez: la naturaleza y su relación con el ser humano, la ecosofía y la sincronía, los meteoritos que viajan por el espacio o acerca de los icebergs que no tienen nombre. Durante el diálogo se produce un intercambio pausado de materiales, referentes y referencias. Así, 9.806 km se articula alrededor de tres momentos del diálogo: en el estudio de Soomin Kim, reflexiones alrededor de una taza de café y en el estudio de Mikha-ez. Como si de una cartografía se tratara se muestran parte de los diálogos mantenidos entre ambos y el proceso de creación de esta exposición; que es un diálogo hecho imagen».

Antonio Toca

Su recorrido en Instagram

9,806 km. Algorithm: Turning a talk into an exhibition es el título con el que el proyecto vio la luz por vez primera a través de la plataforma de Instagram, donde Soomin Kim y Mikha-ez, publicaban diariamente un post en sus respectivos feeds. No sólo se trataba de una exposición en un formato inusual propiciado, entre otros factores, por la Covid, sino que se trataba de aprovechar, igual que ocurre con los espacios físicos, aquellas características propias de la red social para diseñar un display interactivo. De este modo, la exposición se dilató en el tiempo un total de 27 días, los mismos que postpublicados acompañados de diferentes textos en español, coreano e inglés, para que el máximo número de personas pudieran acceder sin dificultades al contenido.

Sobre los creadores

Soomin Kim, Seúl (Corea del Sur), 1991. Doble licenciatura en Psicología e Industria de la moda por la Sungshin Women’s University (2010-2017) en Corea del Sur. Ha recibido formación en Ciencias de la Computación (2021) y Análisis de Datos (2020). Ha formado parte de los equipos curatoriales de museos y galerías de arte durante los últimos años. Desde la pandemia, ha intentado contactar con artistas a través de las redes sociales con el fin de construir nuevos proyectos artísticos. Recientemente ha enfocado su práctica curatorial en la industria del arte NFT.

Mikha-ez, Gijón (España), 1991. Doctor en Bellas Artes por la Universidad de Salamanca (2015-2019), Máster en Historia del Arte Contemporáneo y Cultura Visual por la Universidad Autónoma de Madrid (2014-2015) y Licenciado en Bellas Artes por la Universidad de Salamanca (2009-2014). Destacan proyectos como Mi cama era un océano, un cielo, un bosque y la noche en Galería Nueva (Madrid, 2021), Belenus en Espacio Líquido (Gijón, 2021), Welcome to the Antropoceno en el Museo de Salamanca (Salamanca, 2019), Todos somos água en ARCO (Lisboa, 2019), Sobre cómo lo efímero construye las formas tangibles en AlCultura (Algeciras, 2019) comisariado por Magda Bellotti, Kālā en Ivorypress (Madrid, 2018), Campo del Cielo en el Museo de Salamanca (Salamanca, 2018) comisariado por Fernando Castro Flórez, Corpo de meteorito en la Faculdade de Belas-Artes de la Universidade de Lisboa (Lisboa, 2018), Mirador en IPSUM (Madrid, 2018), Hay un mar que es más alto que el cielo en el Museo Barjola (Gijón, 2017), La exactitud de la materia herida por la luz en Brita Prinz (Madrid, 2015) comisariado por Fernando Castro Flórez o Vacuum as space. Another perception of the vacuum en el Centro de Arte Domus Artium 2002 (Salamanca, 2014).

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