PI©A$$o™: un proyecto de Rogelio López Cuenca para Museos Estatales

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El artista aborda de manera crítica el fenómeno picassiano con una serie de instalaciones basadas en su enorme archivo. Las dos primeras propuestas de su trabajo de investigación y creación artística se exhiben ya en el Museo Nacional y Centro de Investigación de Altamira y en el Museo Nacional de Arqueología Subacuática de Cartagena

El Premio Nacional de Artes Plásticas 2022 Rogelio López Cuenca (Nerja, 1959) viene desarrollando desde principios del siglo XXI un exhaustivo proyecto de investigación y creación artística. A partir del enorme archivo de imágenes y objetos relacionados con Pablo Ruiz Picasso que ha ido recopilando durante años en distintos soportes (grabaciones televisivas, invitaciones de exposiciones, recortes de prensa, souvenirs, etc.) decidió abordar el proceso de (re)invención del imaginario de la ciudad de Málaga, por tratarse del lugar de nacimiento del más célebre artista del siglo XX. Fruto de este trabajo han sido, por ejemplo, sus propuestas Pi(ca)ssoir (2003), Ciudad Picasso (2011) o Surviving Picasso/ Sobrevivir a Picasso (2012).

Ahora, siguiendo ese mismo esquema y aprovechando la conmemoración del cincuenta aniversario de la muerte del pintor malagueño, López Cuenca ha concentrado todos sus esfuerzos en PI©A$$o™: un nuevo proyecto para Museos Estatales consistente en una serie de instalaciones museográficas ideadas expresamente para ser exhibidas en diez de sus sedes. En ellas, el artista establece un diálogo con las colecciones de esos museos para abordar de manera crítica el fenómeno picassiano, en el que, en palabras del artista “se entrecruza, de un lado, la pervivencia de rasgos característicos del mito romántico —en cuanto a la exaltación de la figura del genio creador— y, del otro, rasgos propios de la circulación y el consumo de mercancías característicos del capitalismo tardío, donde la cultura ha venido a ocupar una centralidad hasta el momento desconocida”.

De este modo, las propuestas expositivas —que incluyen tanto piezas del archivo de López Cuenca como otras creadas específicamente para la ocasión— parten de las características de los museos —en cuanto a temática, material o técnicas—, de forma que se ensimisman en sus discursos museográficos “como si de una intromisión, un ruido similar al que provoca la publicidad se tratase”.

El Museo Nacional y Centro de Investigación de Altamira y el Museo Nacional de Arqueología Subacuática han sido los primeros en inaugurar sus instalaciones picassianas, dentro de un ambicioso y original proyecto que, como se desgrana a continuación, llegará al resto de sedes a lo largo del segundo semestre de 2023.

Museo Nacional Centro de Investigación de Altamira

La propuesta de esta sede, localizada en Santillana del Mar (Cantabria), incluye diversas piezas que aluden tanto a la mitología del Minotauro como a la tradición de la tauromaquia.

El mito del Minotauro y la tradición de la tauromaquia se entrelazan con el Gran Bisonte, emblema del Museo de Altamira.

Ambos elementos están íntimamente trenzados en el imaginario popular en torno a la figura de Picasso como héroe demiúrgico y su identidad nacional, un altar que comparte con la imagen del Gran bisonte, la representación más emblemática del museo.

La instalación puede visitarse hasta el 29 de octubre de 2023.

Museo Nacional de Arqueología Subacuática. ARQVA

En este centro ubicado en Cartagena, López Cuenca ha realizado una intervención consistente en la dispersión, a lo largo de la colección permanente, de un conjunto de instrumentos y material de submarinismo —marca “Picasso” (sic)— y el vídeo Opening Picasso, cinta que gira alrededor de la inauguración del Museo Picasso de Málaga en 2003.

Aquella cita coincidió con un temporal que causó el naufragio y la muerte de una treintena de personas, casualmente migrantes, como el propio Picasso.

Esta propuesta se exhibe hasta el 29 de octubre de 2023.

Museo Nacional de Cerámica y Artes Suntuarias «González Martí»

Partiendo de un diálogo con la propia colección de este museo situado en Valencia, la instalación se compone de un conjunto de piezas cerámicas y objetos con una clara función decorativa o suntuaria, cuya inspiración —más o menos directa, más o menos espuria— es tanto la producción artística picassiana como la figura misma del artista como personaje.

A partir del 20 de septiembre y hasta el 28 de enero de 2024.

Museo Nacional de Escultura

Rogelio López Cuenca ha previsto dos instalaciones en el Museo Nacional de Escultura de Valladolid. En el espacio conocido como Rincón Rojo, el artista propone un acercamiento crítico a un arraigado tópico de la cultura patriarcal, el de el-artista-y-la-modelo, del cual, de nuevo, tanto la obra de Picasso como su historia personal con respecto a sus “musas” representa un ejemplo arquetípico.

Esta es una de las dos propuestas de López Cuenca para el Museo de Escultura.

En la Casa del Sol, por su parte, la intervención consistirá en la “infiltración”, dentro de la colección de vaciados de yeso, de un busto del “héroe” Picasso, mítico rey Midas del arte del siglo XX.

Desde el 28 de septiembre hasta el 28 de enero de 2024.

Museo Nacional de Arte Romano

En este importante museo ubicado en Mérida, López Cuenca propone una reflexión sobre la construcción y la legitimación del concepto de autenticidad, ligada a la gloria disputada por los distintos “santos lugares picassianos”, en pugna por la explotación del capital simbólico que representa su huella como fetiche y como reliquia.

La huella de Picasso aparece en esta intervención de López Cuenca como fetiche y como reliquia.

Esta instalación se exhibirá desde el 5 de octubre al 28 de enero de 2024.

Museo Nacional de Artes Decorativas

La propuesta proyectada para este centro sito en Madrid se basa en una instalación integrada a lo largo de la exposición permanente de decenas de caganers —figuras recurrentes en la tradición belenística presentes en el propio museo—. Las piezas, procedentes de un proyecto realizado en colaboración con Elo Vega (The Prodigal Son/ El hijo pródigo. Museu Picasso de Barcelona, 2019), tienen el rostro del artista y están caracterizadas con distintas vestimentas y atributos alusivos a la diversidad de facetas del mito picassiano.

López Cuenca integra su instalación en las decenas de caganers de la colección permanente del Museo de Artes Decorativas.

Del 19 de octubre de 2023 al 28 de enero de 2024.

Museo del Traje – Centro de Investigación del Patrimonio Etnológico

En el vestíbulo de este museo, un maniquí luce la tradicional camiseta bretona. Haciéndose fotografiar con esta prenda marinera, Picasso llegaría a convertirla en un signo distintivo de su propia personalidad, incorporando, con ese simple gesto, un complejo conjunto simbólico de referencias culturales. Un vídeo realizado exprofeso completa esta original instalación de López Cuenca.

La camisa bretona que solía vestir Picasso y que convirtió en signo de su propia personalidad protagoniza la propuesta del Museo del Traje.

Del 19 de octubre de 2023 al 14 de enero de 2024.

Museo Fundación Lázaro Galdiano

En sintonía con la pieza mencionada anteriormente, en una de las salas más representativas del Museo Lázaro Galdiano —que acoge obras de Goya, Salvador Maella, Bayeu, Esteve o Paret y Alcázar, entre otros— se exhibe un busto con las facciones de Picasso, una cabeza que a su vez es una alcancía, una hucha. El objeto también se conoce como “ladronera”.

El busto hucha o «ladronera» con la efigie de Picasso en el Museo Lázaro Galdiano.

La pieza se exhibirá del 19 de octubre al 28 de enero de 2024.

Museo Cerralbo

En la pantalla de ingreso del Museo Cerralbo de Madrid, intercalado con información práctica del mismo, se proyecta un vídeo que se acerca a una de las principales contradicciones de la figura del artista en medio del ruido publicitario y el papel del arte —mercancía entre mercancías— en las sociedades postindustriales.

Fotograma del vídeo sobre Picasso que se proyectará próximamente en el Museo Cerralbo.

Del 19 de octubre de 2023 al 28 de enero de 2024.

Museo Nacional del Romanticismo

Otro vídeo, en este caso en el también madrileño Museo del Romanticismo, aborda la raigambre precisamente romántica del mito del artista genial y su popularidad. De ambas facetas, Pablo Ruiz Picasso se erige como ejemplo paradigmático.

Esta proyección picassiana de López Cuenca se podrá ver en una de las salas del Museo del Romanticismo.

La obra se muestra, no por nada, en una de las salas más escenográficas del museo, la que acoge el Teatrino, recreación de la fachada del propio centro que permite al público asomarse a las escenas que tenían lugar en él para comprender mejor el siglo XIX.

Del 19 de octubre de 2023 al 28 de enero de 2024.

Publicación PI©A$$o™

Además de las instalaciones mencionadas, la propuesta artística se completa con PI©A$$o™, una publicación en forma de periódico que estará a disposición de los visitantes de las distintas sedes del proyecto de manera gratuita. Sus páginas recogen una selección de artículos de investigadores y estudiosos de referencia, tanto en la obra de Picasso como en la diversidad de modos en que el fenómeno de su contradictoria fama se despliega y es consumido en la sociedad actual. Este periódico contribuye, sin duda, al proceso de contextualización y reflexión de las intervenciones en los diferentes museos, con la voluntad de perdurar una vez que finalice el proyecto expositivo en todas sus sedes.

Los autores que firman los diferentes artículos son, además del propio Rogelio López Cuenca, Paula Barreiro López, Isabel Bellido, Pepa Bueno Fidel, Helena Chávez Mac Gregor, Javier Cuevas del Barrio, Santiago Eraso Beloki, Ana García Alarcón, Francisco Godoy Vega, M.ª Dolores Jiménez Blanco, Béatrice Joyeux-Prunel, Antonio Javier López, Txema Martín, Jorge Luis Marzo, Maite Méndez Baiges, Ángela Molina, Justo Navarro, Mariano de Santa Ana Pulido, Carlos Pardo, Rocío Robles Tardío y Elo Vega.

Sobre el artista

Desde que comenzara su carrera en los años ochenta, Rogelio López Cuenca (Nerja, 1959) ha trabajado en el cruce de la poesía con las artes visuales y los medios de comunicación de masas, practicando un lenguaje visual propio que se mueve dentro de la tradición de la crítica institucional y las derivas del pop, a través de múltiples medios como la pintura, la instalación, la intervención urbana y la edición. En sus inicios investigaba en torno a la música y el trabajo colaborativo, en particular junto con el grupo musical Peña Wagneriana y los colectivos Agustín Parejo School y UHP (Uníos, Hermanos Proletarios). En estas primeras incursiones emergían ciertas preocupaciones que el artista aborda también de forma individual, como son el espacio de la ciudad, el lenguaje popular y el lenguaje de las vanguardias.

En torno a 1992, en el marco del V Centenario del Descubrimiento de América, la Exposición Universal de Sevilla, la Capitalidad Cultural de Madrid y las Olimpiadas de Barcelona, se produjo un punto de inflexión en su obra. A partir de entonces, López Cuenca comenzó a realizar intervenciones críticas con el sistema contemporáneo, en las que se reflejan cuestiones que recorren su trabajo, como las políticas migratorias y de la memoria histórica, o las nuevas formas de especulación urbana y de espectacularización de la cultura, síntomas del incipiente capitalismo cognitivo.

López Cuenca toma imágenes y textos provenientes de diferentes medios, que en muchos casos coloca en dispositivos publicitarios o comerciales en el espacio público, para denunciar situaciones de violencia y discriminación que funcionan tanto en términos históricos como actuales. Cabe destacar la capacidad de inscripción de su obra fuera del ámbito del museo, generando cortocircuitos en diferentes sistemas de circulación social de imágenes, con lo que pone en cuestión tanto la unicidad de la obra de arte como su espacio de contemplación convencional.

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