El Museo del Realismo Español Contemporáneo expone en Almería casi un centenar de obras realizadas por el artista zamorano durante el último cuarto de siglo en las que su visión sobre la naturaleza y los espacios domésticos, comerciales e industriales emerge por encima de todo. Hasta el 23 de febrero
La búsqueda de la esencia de la pintura que toma como referente directo su ciudad natal, Zamora, sus paisajes y a sus paisanos, aparece siempre en el centro de la extensa trayectoria de José María Mezquita Gullón. Para este artista, el misterio puede darse en cualquier lugar y en cualquier espacio. Y eso sucede al contemplar la realidad, ya que es ahí donde ocurren cosas que no son habituales y que producen emociones. El ser humano, según el propio pintor, «rompe con la rutina que la vida cotidiana y percibimos algo distinto, algo que no es exclusivo de una sensibilidad especial, sino que es común a todas las personas”.
La propuesta creativa de Mezquita debe abordarse desde la relación directa entre este pintor con una de las figuras capitales del realismo contemporáneo español, Antonio López. Pero aunque se le siga identificando como uno de los miembros más destacados de aquel realismo joven que emergió a principios de la década de 1970 de la madrileña Escuela de Bellas Artes de San Fernando, se ha dicho de él que es un creador culto, solitario y silencioso, que ha sabido construir un mundo propio a través de la pintura.
Para comprobar esa aseveración, el Museo del Realismo Español Contemporáneo (MUREC) exhibe en Almería noventa obras realizadas durante los últimos veinticinco años del artista, de 1997 al 2020, seleccionadas por el director del centro y comisario de la exposición, Juan Manuel Martín Robles. El objetivo principal de José María Mezquita. Entre el silencio y el olvido (Obras, 1997-2020) es subrayar la plasmación de la realidad a través de una técnica depurada, meticulosa, detallista y sensorial por parte del pintor, muy alejado del hiperrealismo. La muestra busca, por encima de todo, hacer visible la emoción y la esencia humanas.
Mediante cuatro apartados se muestra el interés que Mezquita tiene por los elementos naturales y que son característicos del paisaje zamorano, por el que siente una gran admiración, en la medida en que forman parte de su entorno. La visión de la naturaleza, el espacio doméstico, los espacios comerciales (tiendas) y los espacios industriales (fábricas y almacenes) forman parte de su memoria.
A través de una figuración de talante sosegado, sus obras remiten a la poética de la concentración y a la estética del silencio. Centrado en la plasmación de la realidad, prescinde de todo accesorio. Y ahí, precisamente, es dónde reside su mayor apuesta, de manera que la observación de la realidad es sintetizada por el artista a través de óleos y en su gran mayoría por acuarelas.
Sobre la exposición
Tal y como el título de la muestra sugiere, los cuatro espacios que la conforman aluden al silencio y al olvido que llevan implícitos los sonidos –del pasado y del presente– y los recuerdos, o la pérdida de éstos. Elementos consustanciales al ser humano condenados a desaparecer en la vorágine de nuestra actual sociedad de consumo, asolada por la inmediatez y la novedad, y que Mezquita, con su sosegada visión del mundo, recupera para la posteridad.
Para la selección de obras se ha prestado especial atención a las realizadas sobre papel, soporte donde el artista demuestra, a través de la acuarela o la tinta china, una maestría absoluta, y a su producción de los últimos veinticinco años. En su mayoría, las obras pertenecen a la colección personal del artista, permitiéndonos poder disfrutar de un importante número de obras no expuestas hasta el momento.
Sobre el artista
Interesado en el arte desde muy joven, José María Mezquita Gullón (Zamora, 1946) inició sus estudios de Bellas Artes en 1965, tras abandonar la carrera de Ingeniería Aeronáutica que había empezado, unos años antes, en Madrid. Precisamente allí, durante sus estudios en la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, conocería a Antonio López, profesor en el centro universitario con quien Mezquita entabló una relación de admiración y respeto mutuo que se prolonga hasta hoy.
Coherente y con una singular unidad, toda su producción está transitada por una poética inspirada en la “memoria de lo vivido”, como el propio artista ha señalado en varias ocasiones. Así, desde una postura de absoluta fidelidad al método de trabajo, a los temas y a su forma de enfrentar la realidad, Mezquita presenta ante el espectador sus personales indagaciones sobre los espacios de la memoria, propia y colectiva, para traer a nuestro presente pequeños relatos del pasado más cercano.
Sus trabajos, metódicos y objetivos, dentro de un realismo en el que oficio y emoción van de la mano, se inspiran tanto en los paisajes urbanos de su ciudad natal como en los parajes naturales y espacios rurales de sus alrededores.
Artista de dilatada carrera profesional, su primera muestra individual se celebró en la galería Seiquer de Madrid en 1972. A partir de aquí ha realizado numerosas exposiciones individuales y colectivas a nivel nacional e internacional, mostrándose su obra en instituciones como Caja de Ahorros Provincial de Zamora, Museo de Bellas Artes de Bilbao, Centro Cultural Conde Duque (Madrid), Fundació Pilar i Joan Miró (Mallorca), Galleria Civica di Palazzo Loffredo (Potenza, Italia), galería Seiquier (Madrid), galería Nolde, (Navacerrada, Madrid), galería Jorge Kreisler (Madrid), galería Juan Manuel Lumbreras (Bilbao), Centro de Arte Quan Shanshi (Hangzhou, China), Gran Teatro Nacional (Beijing, China), Palacio Real de Madrid o Museo Etnográfico de Castilla y León (Zamora).
Datos útiles
José María Mezquita. Entre el silencio y el olvido (Obras, 1997-2020)
Museo del Realismo Español Contemporáneo (MUREC)
Paseo de San Luis, s/n – 04002 Almería.
Hasta el 23 de febrero de 2025
Horarios: de martes a sábado de 10 a 14 horas y de 16.30 a 20.30 horas. Domingos de 10 a 15 horas.