La intención frente al objeto elegido

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Las salas temporales del Centre Pompidou Málaga acogen hasta septiembre la exposición El Nuevo Realismo. La muestra agrupa un total de veinte obras creadas por los principales artistas representantes de esta corriente francesa surgida entre París y Milán durante los años cincuenta y sesenta del pasado siglo

El nouveau réalisme lo conformaron un heterogéneo conjunto de propuestas vinculadas a lo figurativo que reivindicaban miradas diferentes sobre lo real, resumidas en la idea común de propugnar “un realismo de hoy”. Los integrantes de dicho colectivo, considerados grandes figuras de la posmodernidad europea, fueron Pierre Restanty (París, 1930-2003) e Yves Klein (Niza, 1928-París, 1962), promotores e ideólogos, autores del Primer Manifiesto en abril de 1960, a quienes se unieron Martial Raysse (Villauris, 1936), Jean Tinguely (Friburgo, 1921-Berna, 1991), Jacques Villeglé (Quimper, Francia, 1926), Raymond Hains (París, 1926-2005), François Dufrêne (París, 1930-1982), Mimmo Rotella (Catanzaro, 1936-Milán, 2006), Arman (Niza, 1928-Nueva York, 2005), César (Marsella, 1921-París, 1998), Daniel Spoerri (Galati, Rumania, 1930), seguidos de Christo (Gravobo, Bulgaria, 1935) y Gérard Deschamps (Lyon, 1937). Todos ellos celebraron exposiciones conjuntas y participaron en varias ediciones de la Documenta, además de viajar con sus propuestas a las galerías más punteras de Nueva York durante los años sesenta y setenta.

Tras la disolución del grupo, la mayoría de artistas siguió su camino en solitario o formando parte de otras tendencias innovadoras. Es el caso de Christo y Jeanne-Claude, quienes continúan hoy produciendo grandes proyectos land art. Otros, como el artista y teórico Pierre Restany, trabajaron en diversas ediciones dedicadas a la crítica, apoyando el arte emergente desde un permanente replanteamiento de su significado en la era postindustrial. “Una creación comprometida con la ética antes que con la estética”, según el propio Restany promulgaría en sus escritos.

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La corriente neorrealista surge a finales de los cincuenta como iniciativa plástica inspirada en la realidad. Por aquel entonces aún bullían en Francia los expresionismos abstractos e informalistas apoyados por las aseveraciones de expertos críticos; para Alfred Barr, toda manifestación figurativa era sinónimo de totalitarismo (tal había sido la huella que los realismos propagandísticos fascista y soviético habían dejado).

Los nuevos realistas fueron, asimismo, una alternativa objetiva al tachismo, la pintura matérica y el art brut de Dubuffett y Fautrier. Perseguían la realidad y no su representación en la plasmación tradicional ni su reproducción pop a través de los medios de comunicación, considerando que la materialidad objetiva es reflejo suficiente de la sociedad de masas a la que el arte pertenece. Se trata de artistas portadores de distintos lenguajes, afines muchos de ellos a la estética del desecho, como ocurre con los cuadros de desperdicios de Daniel Spoerri, el decollage o destrucción de carteles mediante montaje y fotomontaje de llamativos colores de Martial Raysse, pasando por los ensamblajes con ropas y trapos viejos de Gérard Deschamps y las acumulaciones de objetos usados de Arman, sin olvidar las compresiones de chatarra de César, los carteles de cine rasgados de Mimmo Rotella, o los assemblages a partir de objetos encontrados de Jean Tinguely. (…)

Lea el texto íntegro de Amalia García Rubí sobre la exposición «El nuevo realismo», del Centre Pompidou Málaga, en el número de agosto de Descubrir el Arte o en http://quiosco.arte.orbyt.es/

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