La institución pone en marcha una amplia oferta de visitas comentadas gratuitas con el objetivo de acercar a la ciudadanía el valioso patrimonio histórico-artístico que ha acumulado a lo largo de sus más de dos siglos de vida. La actividad arranca este próximo mes de octubre
Estas visitas permitirán no solo recorrer los espacios arquitectónicos más emblemáticos de su sede de Cibeles, como la Escalera Imperial, el Patio de Efectivo —actual Biblioteca—, el recientemente restaurado Salón de Cobradores o el Patio de Operaciones, sino también conocer otras ubicaciones que, a su valor arquitectónico o artístico, añaden el hecho de ser lugares de trabajo o representación, entre ellos, el Salón del Consejo de Gobierno o los comedores de gala. El edificio del Banco de España en la plaza de Cibeles está catalogado desde 1999 como Bien de Interés Cultural, en la categoría de Monumento Histórico.
Además, las visitas constituyen una oportunidad excepcional para ver una amplia selección de las obras de arte que conforman el núcleo de su colección artística, incluyendo los retratos que realizó Francisco de Goya de los gobernadores del Banco Nacional de San Carlos, considerado como el primer antecesor del Banco de España, o el que ha llevado a cabo la fotógrafa Annie Leibovitz del rey Felipe VI y la reina Letizia que, tras su presentación en la exposición La tiranía de Cronos, se ha instalado en la Sala del Consejo de Gobierno.
Con el propósito de llegar a diferentes tipos de público, este programa que arrancará en octubre ofrece tres modalidades diferenciadas de visitas, todas ellas con acceso a los mismos espacios y contenidos.
1) Puertas abiertas en fin de semana. Viernes de 16 a 20 h y sábados y domingos de 10 a 14 h y de 16 a 20 h. Realizadas por personal especializado, estas visitas tendrán una duración de 90 minutos, para un máximo de hasta 30 personas, y se pueden reservar a través de este enlace.
2) Visitas para grupos de centros educativos. Miércoles y jueves a las 16 h. Destinadas a grupos de escolares de Educación Secundaria (3º y 4º de ESO), Bachillerato, Ciclos Formativos y Universidad. Realizadas por personal especializado, estas visitas se llevarán a cabo con las adaptaciones curriculares correspondientes a cada grupo que la solicite. Enlace de reserva.
3) Visitas de la mano del equipo de voluntariado del Banco. Lunes y martes a las 16 h. Estas visitas proponen una mirada diferente al patrimonio artístico y arquitectónico del edificio gracias al conocimiento directo de profesionales (jubilados y en activo) de la propia institución, permitiéndonos comprender su valor y función no solo como lugar de representación sino también como espacio de trabajo. Pueden reservarse en este enlace.

La implementación del programa “Puertas Abiertas” supone un refuerzo significativo de la estrategia institucional del Banco de España en materia de mediación y difusión cultural. Este proyecto contempla una apertura continuada con actividad programada todos los días de la semana, incluidos festivos y fines de semana. El refuerzo de la oferta de visitas, especialmente durante el fin de semana, supondrá un incremento sustancial en el número de grupos que podrán visitar el Banco, que será aproximadamente de 700 grupos, lo que supone quintuplicar su oferta respecto a ejercicios anteriores. Este aumento refleja la voluntad de consolidar un modelo de visitas estable, accesible y profesionalizado que posibilite ampliar el alcance de la acción cultural del Banco y facilitar el conocimiento de su patrimonio a un público más numeroso y diverso.
El programa «Puertas Abiertas» responde al compromiso del Banco de España con la transparencia y la voluntad de acercarse a la ciudadanía. Esta iniciativa busca facilitar el acceso al patrimonio histórico, artístico y arquitectónico de la institución, promoviendo el conocimiento de su legado y fomentando una relación más cercana con la sociedad. En este marco, el Banco trabaja en la creación de un museo que albergará sus colecciones y la apertura de un centro de educación financiera, que permitirán difundir tanto su patrimonio como su actividad institucional, consolidando así un modelo de apertura sostenido y accesible.
La restauración del Salón de Cobradores
El programa de visitas guiadas que el Banco de España inicia este otoño permitirá, entre otras cosas, ver el antiguo Salón de Cobradores que acaba de ser restaurado por Paredes Pedrosa Arquitectos. Este espacio se distingue por su arquitectura de inspiración neoárabe, un estilo que Eduardo de Adaro, el arquitecto responsable del diseño de la sede del siglo XIX de Cibeles, junto con Severiano Sainz de la Lastra, utilizó de forma excepcional en el interior del edificio.
Dado su alto valor histórico-artístico, la rehabilitación ha sido cuidadosamente supervisada por el Ministerio de Cultura y Deporte, por la Comisión Institucional para la Protección del Patrimonio Histórico-Artístico y Natural del Ayuntamiento de Madrid y la Unidad de Obras e instalaciones del Banco de España.

En esta estancia, Adaro llevó a cabo una interesante reinterpretación de la arquitectura árabe española, siendo sus máximos referentes elementos propios de la cultura de Al-Ándalus, como los arcos de herradura que componen el patio o el uso de azulejos geométricos en su decoración, algunos de ellos de clara inspiración alhambreña. Esta cerámica de producción artesanal, muy valorada en la época, se combina con el uso de la tecnología más avanzada en el momento de su construcción: el hierro fundido de su estructura y el vidrio traslúcido del techo que permitía la entrada de luz natural desde el antiguo Patio de Efectivo —hoy convertido en Biblioteca—, situado justo encima del Salón. A través de esta iluminación cenital, ambos espacios se encontraban conectados, no solo de manera funcional sino también simbólica.
Se trata, por tanto, de un lugar donde se da una fusión sorprendente entre la imagen de una arquitectura histórica genuinamente española y la de una arquitectura industrial referida al progreso técnico e industrial europeo del momento.
La arquitectura de una sede histórica
Ubicada en el cruce entre el paseo del Prado y la calle de Alcalá, la sede central del Banco de España cuenta, además del citado Salón de Cobradores, con varios espacios que ponen de relieve la excepcionalidad y singularidad de un edificio que consigue aunar de manera orgánica lo palaciego y lo industrial, lo tecnológico y lo artesanal, lo funcional y lo áulico, la tradición y la innovación.
Diseñado por Eduardo de Adaro y Severiano Sainz de la Lastra, este inmueble se considera uno de los grandes referentes de la arquitectura ecléctica de finales del siglo XIX en nuestro país. Desde su inauguración en 1891 ha sido objeto de sucesivas ampliaciones, como la realizada entre 1927 y 1936 por José Yárnoz Larrosa, que optó por la adopción del moderno lenguaje art déco en su interior, o la que lleva a cabo en 2006 Rafael Moneo, una intervención que añadió salas de reuniones y un salón de actos, respetando y realzando el edificio histórico. Así se llega al aspecto actual del Banco de España, resultado de una evolución arquitectónica coherente y respetuosa con la unidad estilística del conjunto.
Con su estructura de hierro fundido procedente, como el resto de los componentes metálicos que se utilizaron para su construcción, de la Fábrica de Mieres, el antes mencionado Patio de Efectivo es uno de los espacios más icónicos de la edificación original. Otro es la Escalera Imperial, que se alza ante el vestíbulo principal del Paseo del Prado y en torno a la cual se desarrolla uno de los programas iconográficos y ornamentales más significativos del edificio. Cuenta con un espectacular conjunto de vidrieras de estilo simbolista que diseñó la Casa Mayer de Múnich, uno de los talleres de vitrales más prestigioso en la Europa de la segunda mitad del siglo XIX.

Un legado fundamental de la ampliación proyectada por José Yárnoz Larrosa es el Patio de Operaciones, concebido como un espacio funcional y luminoso que serviría de centro neurálgico para la actividad bancaria. El arquitecto navarro recurrió a uno de los estilos internacionales del momento, el art déco, para su programa ornamental. Ejemplo de ello es el gran reloj que ocupa el centro del hall, con su imponente cuerpo monumental de perfil cuadrangular que aloja en su interior un moderno sistema de renovación de aire.
Continuando la tradición de iluminar con luz natural los espacios públicos del Banco, la sala está presidida por una gran vidriera, obra de la Casa Maumejean de Madrid, donde se despliega un programa iconográfico inspirado en el progreso, el trabajo humano y los avances de la industria moderna. Además, la ampliación de José Yárnoz Larrosa supuso la creación de uno de los lugares más célebres del edificio: la Cámara del Oro. Situada a 35 metros por debajo del Patio de Operaciones, custodia una parte de las reservas de oro del Estado español y se considera como una de las cámaras acorazadas más seguras del mundo.
La colección del Banco de España
Reflejo del patrimonio acumulado a lo largo de sus casi 250 años de historia, la Colección Banco de España reúne en torno a 4.000 obras, incluyendo pinturas, esculturas, dibujos, fotografías, grabados, así como un amplio conjunto de piezas vinculadas al ámbito de las artes decorativas, como tapices, alfombras, relojes u objetos mobiliarios.
Su origen se remonta a los inicios de la institución en pleno apogeo de la Ilustración en nuestro país, con los encargos que el Banco de San Carlos realizó a un joven Francisco de Goya y otros artistas destacados de la época para retratar a sus primeros gestores. Con estos encargos se inaugura una tradición que con el tiempo daría lugar a uno de los conjuntos de obras más coherentes del fondo patrimonial del Banco: su galería institucional de retratos, que incluye a buena parte de sus directores y gobernadores, además de a los reyes y jefes de Estado de cada período histórico.

Conformada por más de un centenar de obras, esta galería atesora, además de los ocho lienzos realizados por Goya, retratos de artistas como Mariano Salvador Maella, Vicente López Portaña, Federico de Madrazo, Ignacio Zuloaga o Joaquín Sorolla. A ellos se han sumado, más recientemente, los de creadoras como Isabel Quintanilla, primera artista mujer a la que la institución encargó un retrato, Carmen Laffón o Annie Leibovitz, autora de las dos últimas incorporaciones a la galería y que tienen la particularidad de ser los primeros retratos en los que el medio elegido para realizarlos ha sido la fotografía.
En las últimas décadas, desde la llegada de la democracia, la colección ha experimentado un crecimiento muy significativo. Las nuevas adquisiciones se han centrado en el arte español producido desde mediados del siglo XX hasta nuestros días, aunque tras la integración del Banco de España en el Eurosistema, se ha incorporado también un gran número de obras de artistas internacionales, ligados fundamentalmente a los dos ámbitos geográficos con los que la institución mantiene una relación más estrecha, América Latina y Europa.

En la actualidad, en torno al ochenta por ciento de los fondos artísticos del Banco corresponde a su colección contemporánea. Una selección de estas obras, que dan cuenta del firme compromiso de la institución por estar atenta a los debates del presente, también podrá verse en los recorridos que ahora se ponen en marcha.