Los años «rusos» de Kandinski

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Los aspectos menos conocidos del pionero de la abstracción llegan a la Colección del Museo Ruso en Málaga. Obras del pintor y de autores con idéntico espíritu procedentes de la pinacoteca estatal de San Petersburgo y de otras colecciones se repasan en una exposición que se prolongará hasta el 16 de julio

“Cada época tiene su meta interna y su belleza externa”. Por eso, “no hay que medir nuestra nueva belleza que está naciendo con la vara vieja del pasado”. Vasili Kandinski (1866-1944) explicaba así la necesidad de crear un nuevo lenguaje artístico. Un lenguaje que abrió el abanico de posibilidades de las artes plásticas y que desembocó en un tipo de arte original para el siglo XX, al que el pintor denominó abstracto.

Sobre estas líneas, «Murnau. Paisaje estival», por Vasili Kandinski, 1909. Boceto para el cuadro «Casas en la montaña», 1909. Óleo sobre cartón. 33,5 × 46 cm. Arriba, «Composición sobre fondo blanco», 1920, óleo sobre lienzo, 95 x 138 cm. Museo Estatal Ruso © Vasili Kandinski.

Esa abstracción llega ahora a la Colección del Museo Ruso de Málaga a través de 78 piezas procedentes del Museo Ruso de San Petersburgo y de otros centros públicos y privados de aquel país. De todas ellas, 29 son obras del propio Kandinski –veintiún óleos, siete xilografías y una cerámica–, mientras que el resto pertenecen a autores que compartieron un mismo espíritu y un mismo deseo de innovación con él, partiendo siempre del sustrato cultural ruso, del que se exhiben representaciones del arte popular de la centuria del XIX e iconos de siglos anteriores.

Se trata de imágenes que muestran cómo Kandinski y su círculo más próximo se inspiraban en las viejas tradiciones de su nación, con el objetivo de asumirlas para después superarlas. Las obras son la síntesis de impresiones, experiencias y reflexiones de muchos años.

«Improvisación n.º 11», por V. Kandinski, 1910. Óleo sobre lienzo 97,5 × 106,5 cm.

Teniendo presentes esos elementos, pero instalado en el contexto de principios del siglo XX, el pintor ruso comprobó que combinando el color y la forma con el ritmo y la correlación era posible transmitir, de forma óptima, las impresiones de lo observado, así como el estado del espíritu y las emociones, ocultas siempre en lo más profundo del ser humano. Ya en la década de 1910, Kandinsky expresó sus reflexiones teóricas con algunos cuadros abstractos.

En uno de ellos, San Jorge (I), el personaje protagonista no aparece en la tela como la figura tradicional del caballero matando al dragón. Por el contrario, la energía del movimiento del pincel, presentada con manchas de color y un triángulo alargado y agudo -que en parte podría decirse que toca cierto punto en la parte inferior de la composición- encarnan el famoso tema en color y en ritmo. La realización de esta obra en 1911 marca un punto de inflexión en el periodo de formación definitiva del concepto de abstracción en el arte en la conciencia de Kandinsky.

No obstante, la meta principal del artista no era la abstracción en sí misma. De ahí que en sus obras denominadas como abstractas puedan observarse cúpulas de iglesias, animales, árboles o elementos representativos de su Moscú natal o de alguna ciudad fantástica.

«San Jorge», por V. Kandinski, 1911. Óleo sobre lienzo. 107 × 95,2 cm.

Interesado desde su juventud por la etnología, Kandinski “dialoga” en esta exposición con los artistas que le precedieron y los que le siguieron en su investigación estética, como , entre otros. Pero no sólo eso, pues la muestra se completa con el arte en el que halló su inspiración.

De sus viajes por el norte de Rusia plasmó por escrito canciones populares y proverbios, oraciones y conjuros, y también dibujó en álbumes detalles decorativos de las casas de madera, vajillas y objetos domésticos. De todos estos elementos e iconos de siglos previos, arte popular y los grabados conocidos como lubok, que unían composiciones inocentes con un colorido sorprendente, da cuenta esta exhibición.

«Lubok», de autor desconocido. Taller de A. Abrámov, Canción «Qué bullicio hay en la calle…», 1879. Litografía pintada sobre papel. Imagen: 23,6 × 30,5 cm.; hoja: 38 × 44,7 cm.

De esta manera, «Kandinski y Rusia» pretende acercarse a una nueva perspectiva del precursor de la pintura abstracta desde su contexto ruso. Porque aunque la obra del artista goza de una gran popularidad desde hace tiempo, a menudo se escapan a la atención del público detalles interesantes y significativos que formaron su concepción artística.

La muestra puede visitarse en la Colección del Museo Ruso de Málaga hasta el día 16 de julio.

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