El presupuesto de la licitación de la obra de ampliación del proyecto «Agravitas» de Norman Foster y Luis María Uriarte para la pinacoteca es de 29,5 millones de euros y prevé una duración estimada de ejecución de 22 meses. La reforma dotará al museo de más espacio para desarrollar su actividad y mejorará su accesibilidad
El Museo de Bellas Artes de Bilbao ha publicado en la Plataforma de Contratación Pública en Euskadi la licitación para la ejecución de la obra de ampliación de sus instalaciones según el proyecto “Agravitas”, firmado por los arquitectos Norman Foster y Luis María Uriarte y presentado por la UTE Foster + Partners Ltd. + LM Uriarte Arkitektura S.L.P. “Agravitas” resultó ganador del Concurso de proyectos para la Ampliación y Reforma, convocado por el Museo de Bellas Artes de Bilbao el 11 de febrero de 2019 y cuyo fallo se dio a conocer públicamente el 23 de julio de ese año.
Tras el desarrollo de los trabajos de adecuación del edificio antiguo -que comenzaron en septiembre de 2021 y cuya finalización está prevista para el mes de abril- se licita la fase principal de la obra. El plazo de presentación de ofertas finalizará el próximo 19 de mayo de 2022.

El proyecto se ajusta a los requerimientos de los servicios de Protección Civil del Ayuntamiento de Bilbao para la adecuación de la arquitectura original ala actual norma de protección deincendios y evacuación. Entre otras actuaciones, el cumplimiento de estas prescripciones significará la ignifugación de la mayor parte de la estructura delos edificios de 1945 y 1970.
Por su parte, el Comité Ejecutivo del museo ha asumidoel criterio presentado por la ingeniería Krean, consultora del proyecto, que aconseja incluiren el presupuestounporcentajeadicionaldebido al alza de precios en la actual coyuntura del sector de la construcción. Todo ello hace que el presupuesto global del proyecto se incremente en un 9,5 % sobre lo previsto inicialmente, siendo el presupuesto definitivo de licitación de las obras de ampliación y reforma del Museo de Bellas Artes de Bilbao de 29,5 millones de euros.

Tal y como se ha informado, el proyecto se financia con el préstamo suscrito con Kutxabank el 17 de diciembre de 2021 que cuenta con la garantía del Ayuntamiento de Bilbao, la Diputación Foral de Bizkaia y el Gobierno Vasco. La actualización presupuestaria en 3,6 millones de euros a causa de la adecuación en materia de Protección Civil y de la previsión de contingencias, aprobada recientemente, será financiada mediante una subvención extraordinaria asumida a partes iguales por las tres instituciones.
La duración estimada de la obra es de 22 meses a partir de su inicio con el acta de replanteo. Según el calendario previsto, a partir del mes de julio el edificio moderno quedará cerrado al público y la actividad expositiva se trasladará al edificio antiguo tras las labores de acondicionamiento de sus instalaciones llevadas a cabo con el fin de mantener parcialmente abierto el museo durante el mayor periodo de la ejecución de las obras.
Objetivos del proyecto de ampliación
Entre los grandes objetivos del proyecto se encuentran, por un lado, dotar al museo de más espacio para desarrollar su actividad, tanto pública como interna, y, por otro, mejorar la accesibilidad,respetando y potenciando el valor de las arquitecturas existentes y del entorno natural en el que se asienta. La significativa expansión física del museo se cifra en 6.743 m2 de nueva construcción (más de un 60%) y la remodelación de otros 8.000 m2 ya existentes. Al mismo tiempo, se potencia la sostenibilidad de las instalaciones para una mayor eficiencia energética y se dota al museo un nuevo protagonismo en el horizonte arquitectónico de la ciudad.

La ampliación del espacio expositivo para la colección y las muestras temporales es una de las grandes conquistas del proyecto. La colección dispondrá de 1.635 m2 adicionales (un 45% más del espacio actual). Por su parte,las exposiciones temporales contarán con el nuevo espacio BBK-Museoa, situado en la planta más alta de la ampliación. Este espacio,junto a la nueva terraza,alcanza los 2.200 m2, duplicando la superficie expositiva actual.
Otro importante objetivo afecta al espacio destinado a actividades públicas que se incrementa en un 81% siendo la plaza cubierta del Monumento a Arriaga, de más de 1.000 m2 la principal ganancia para la recepción y atención a visitantes. De libre acceso a través de cualquiera de las entradas al museo, este gran eje público va a permitir abrir la puerta del edificio antiguo, devolviendo a su fachada neoclásica su funcionalidad original. También desde el espacio Arriaga se tendrá acceso directo al nuevo Centro de Documentación e Investigación Arteder, que dispondrá de más de 500 m2 en la planta sótano del edificio antiguo. El resto de la superficie ganada se reparte en espacios de oficinas, circulación, servicios e instalaciones.
La redacción Descubrir el Arte: Nuestra revista no ha ejercido ni ejercerá nunca de censor de nada ni de nadie. Simplemente hemos publicado la noticia como muchas otras en la que no se ha entrado en ninguna valoración. Y todos estos comentarios se han publicado en cuanto nos han llegado a la web, es decir, la misma mañana y día que los hemos recibido.
Un proyecto ilegal desde el día de su adjudicación a Norman Foster & Partners y LM. Uriarte, para lo que fue constituido un jurado con miembros sin la formación requerida (los que sí la tenían formaban parte de la Foster Foundation de Madrid, como es el caso del Sr. Fernandez Galiano); un proyecto que vulnera las leyes de Protección del Patrimonio Artístico e Histórico Español y de la Comunidad Autónoma del País Vasco, al transgredir la normativa que protege el edificio histórico previo de la pinacoteca (monumento histórico artístico protegido al más alto nivel desde 1962); un proyecto que modifica el planeamiento urbano de Bilbao para albergarlo y no al revés, basándose en estudios técnicos hechos de encargo y prefabricados por legos absolutos en la materia a tratar; un proyecto que expolia a la ciudad de Bilbao un espacio público como es el Espacio Arriaga y el monumento en él contenido; un proyecto que ataca el entorno ajardinado también protegido del Parque de Doña Casilda al crear un volumen arquitectónico que engulle 15 metros el citado espacio; un proyecto vergonzoso e indigno, que afianza la cada vez más mísera conciencia cultural de nuestro país, en general, y de Bilbao en particular; un proyecto, que, en base a todos sus incumplimientos legales y morales, debería ser paralizado de inmediato por la Justicia, en base a las denuncias ya presentadas a tal objeto en Fiscalía.
A ustedes no les importa más que dar noticias sin matices. Cuando la corrupción la mafia política , como en este caso se entromete en el arte, no solo se callan sino que incluso borran cualquier crítica. La censura veo que funciona, es decir la dictadura.
Iñaki Uriarte
arquitecto diplomado en patrimonio
Bilbao
Arquitecto Norman Foster, usted debe ser consciente de que ha ganado el concurso con trampas. Las propias suyas respecto de las bases del mismo sabiendo que un jurado constituido a propósito dirigido conceptualmente por su aliado miembro de la Foster Foundation y representante en concursos, el arquitecto Luis Fernandez-Galiano iba a embaucar a los dóciles otros figurantes miembros. Esta resolución, éticamente es vergonzosa, legalmente un fraude y culturalmente nula. Un empeño impuesto por el director del Museo Miguel Zugaza, obstinado en aumentar el número de visitantes, mera visión mercantilista de la cultura.
Es un proyecto que incumple toda la legislación urbanística y cultural entonces vigente: PGOU de Bilbao en tres ocasiones, ahora adaptado para legalizar todo lo irregular, la Ley 6/2019 de Patrimonio Cultural Vasco en ocho y la estatal en tres. Un recital de ilegalidades. Proyectar en el Parque por excelencia de la Villa y sobre la articulada armonía arquitectónica del Museo exige conocimiento, respeto y sensibilidad, no la imposición de un gigantismo abusivo con exhibición tecnológica y alarde de capacidad constructiva, sino cultura arquitectónica, que es diferente de destreza.
Se desprecia el concepto de jerarquía de valores, prescinde de los más elementales criterios universales de intervención en el patrimonio arquitectónico, urbanístico y paisajístico que exigen respeto a las preexistencias. Ofrece lo que el sentido común y las leyes culturales califican, peyorativamente, como añadidos degradantes. Conspira contra la historia, la tradición y profana el lugar. La grandeza, la nobleza, su reconocida configuración, en suma la monumentalidad del Museo y su entorno. “Yo garantizo el espectáculo que es lo que les gusta y me sugerían”. Un atrevimiento ofensivo para imponer una presencia, la suya, con una autosuficiencia inaceptable. Demuestra que incluso también se sobrepone a las leyes. Todo a mi servicio, el Museo, ahora “soy yo”.
Foster, a pesar de que llega a una ciudad no desconocida, se equivoca de lugar. Nadie, ni siquiera el fraudulento concurso y el proyecto redactado en su gran empresa, no nos engañemos usted aporta el nombre, sin duda de un gran valor, y supervisa el resultado, le ha concedido el privilegio para esta absurda, maldita y brutal agresión que desprecia la belleza y fragilidad de una arquitectura sobresaliente y uno de los lugares más carismáticos de Bilbao.
Su propuesta es una provocación premeditada y garantizada por un respaldo político sin fundamentos culturales, ”haga usted lo que quiera que para eso estamos nosotros”, impunidad asegurada. Actúa en la confianza de que el PNV, como es habitual en este cártel político, con su trama en Cultura del Gobierno vasco y en Urbanismo del Ayuntamiento, hagan el juego sucio legislativo de la operación. Imprescindibles y eficaces cómplices. No está autorizado ética, moral y menos culturalmente para alterar un Museo de enorme relevancia no sólo en Bilbao sino en todo Euskal Herria y también en el EstadoAgur, Norman Foster.