Ángel Marcos: «Yo no hago fotografía documental, mi intención se centra en la constante oferta de pensamientos a través de las imágenes; ofrecer emociones»

La galería Trama acoge desde el 1 de octubre y hasta el 10 de noviembre Alrededor del sueño (5) Barcelona, una serie de fotografías sobre la Ciudad Condal dentro del marco de la primera edición de la Barcelona Gallery Weekend. Este proyecto creativo del fotógrafo comenzó en 2001 y aborda el tema de cómo la globalización transforma las ciudades. El ciclo completo, que incluye Nueva York, Shanghái, La Habana y Madrid, podrá verse también en la Sala Parés del 1 al 6 de octubre

Ángel Marcos (Medina del Campo, Valladolid , 1955) comenzó en 2001 Alrededor del sueño, un proyecto fotográfico de cómo la globalización transforma las ciudades y cómo afecta a las personas que las habitan. Armado con su cámara, Marcos ha recorrido las calles de Nueva York (2001), Shanghái (2007), La Habana (2012) y Madrid (2014); el resultado, unas fotografías con una gran carga conceptual, historiográfica y visual. Ahora le toca el turno a Barcelona, una ciudad que el fotógrafo decidió incluir en su proyecto porque le interesaba su diversidad cultural, estas fotografías están marcadas por la soledad y el abandono, la desolación y la belleza y que invitan al espectador a reflexionar sobre el modelo de ciudad en el que se vive.

PREGUNTA: ¿Cómo surgió un proyecto de Alrededor del sueño?

RESPUESTA: Fue a raíz de una larga estancia en Nueva York donde de manera reiterante fotografiaba Manhattan desde fuera de los ríos que la delimitan. De alguna manera había siempre una imposibilidad para llegar al “sueño”, una constante intención de llegar a la isla soñada, intención frustrada por la imposibilidad de acceder definitivamente a lo ofrecido.

PREGUNTA: ¿Qué es lo que le interesa plasmar en sus fotografía del fenómeno de la globalización?

RESPUESTA: Inevitablemente quien aborde la urbe como dinámica de trabajo se sentirá trabajando en la “aldea global”. Es bien sabido que la globalización nos ha traído la posibilidad de traspasar fronteras con facilidad, pero también la sumisión de lo político a lo económico y la planificación despiadada sin poner rostros a quienes sufren los efectos de las decisiones tomadas.

PREGUNTA: A pesar de que la globalización es un fenómeno que uniformiza las ciudades, ¿qué diferencias ha encontrado en cada una de las que ha fotografiado hasta ahora?

RESPUESTA: Efectivamente hay una parte importante de las ciudades que son idénticas, sobre todo lo relacionado con el comercio, concretamente el de la moda. Esto está generando calles con marcas que ofertan los mismos artículos, las mismas campañas y los mismos decorados. Hay una tiranía de lo útil y lo rentable sobre lo genuino y lo propio.

Una vez dicho esto hay un cuerpo que es particular; por ejemplo, en Nueva York, su multiculturalidad y la capacidad de cambios; en Cuba, su rememoración al pasado; en China, su formato y economía neocapitalista atroz; en Madrid, su vitalidad, y la generosidad de Barcelona.

PREGUNTA: Desde 2001 hasta 2015, ha pasado mucho tiempo. ¿Qué cambios relevantes ha percibido en este tiempo? Y, sobre todo, ¿cómo ha evolucionado su trabajo como fotógrafo o punto de vista en este gran proyecto?

RESPUESTA: Más que de cambios podríamos hablar de aseveración, el estado de bienestar se desmorona y la gestión permanente de la crisis se hace palpable.

En cuanto a la evolución, podríamos decir que mi trabajo se ha hecho menos caprichoso. Aunque en lo general el deseo y la necesidad, la memoria afectiva y la desprotección siguen presentes.

PREGUNTA: En el proyecto de Barcelona sus fotografías destacan por la sensación de soledad, de desolación que transmiten, a la vez que tienen una gran belleza y poesía. ¿Qué quiere transmitir al espectador que si sitúa frente a ellas?

RESPUESTA: Barcelona por lo general es una ciudad amable por su clima, el mar, su arquitectura urbana…, esta amabilidad a priori conlleva grandes dosis de exclusión y de desigualdades que se ven en mi trabajo.

PREGUNTA: En muchas de sus instantáneas de Barcelona no hay seres humanos, solo la ciudad. ¿Por qué?

RESPUESTA: Es necesario desalojar para percibir la energía de los espacios. Yo no hago fotografía documental, no hago reportaje, mi intención se centra en la constante oferta de pensamientos a través de las imágenes, ofrecer emociones no necesariamente regladas.

PREGUNTAS: Y, en cambio, hay otras donde solo aparecen personas, pero mezcladas, casi desdibujadas…

RESPUESTA: No quiero que la presencia de la figura humana perturbe la obra como unidad, hay que ser contundente en las propuestas: las personas en este trabajo son una parte más en el cuadro.

PREGUNTAS: Hay tantas barcelonas distintas como fotógrafos la han plasmado en sus instantáneas (Joam Colom o Català Roca). ¿Cuál es la suya?

RESPUESTA: Barcelona, al igual que quienes la fotografían se ha ido transformando, es inevitable. La diferencia fundamental es que yo no hago instantáneas, como decía antes no soy un reportero. El trabajo de estos dos grandes de la fotografía aborda una Barcelona muy relacionada con el personaje, con el instante, por otra parte mi trabajo se llena con el concepto.

PREGUNTA: Tengo entendido que para este proyeto de Barcelona se ha reunido con intelectuales, políticos o economistas. ¿Qué le aportan estos diálogos a su trabajo como fotógrafo?

RESPUESTA: Me ayudan a conocer y profundizar en los lugares, no se trata de recoger información solamente, lo que intento a través de estas conversaciones es de acceder al conocimiento preciso de estos espacios urbanos.

Ángela SANZ COCA