La-Chaux-de-fonds
[arve url=»https://youtu.be/zwGuQ8tWQRk» mode=»normal» align=»center» aspect_ratio=»16:9″ maxwidth=»722″ /]Declarada Patrimonio de la Humanidad en 2009, La-Chaux-de-fonds cuenta con un urbanismo curioso, diseñado en forma de damero, que surgió a raíz de un gran incendio en el siglo XIX. También es famosa porque en ella nació uno de los arquitectos más famosos de la historia: Charles-Édouard Jeanneret-Gris, más conocido como Le Corbusier.
Siendo como ha sido durante más de cien años el centro mundial de la industria relojera, es lógico que entre los espacios expositivos de La-Chaux-de-fonds uno de los más destacados sea el Museo Internacional de la Relojería (Musée International d’Horlogerie, MIH), dedicado a la historia de la medición del tiempo y que alberga una colección formada por más de 4.500 piezas, entre las que se encuentran 2.700 relojes de pared y alrededor de 700 de pulsera.
Y siendo la ciudad natal de Le Corbusier, no hay que perderse algunos de los edificios que construyó en la ciudad, como la Maison Blanche, conocida también como Villa Jeanneret-Perret, una de sus primeras obras, que edificó para sus padres en 1912, y donde el arquitecto puso en práctica sus teorías arquitectónicas; la Villa Turque (1917), la mejor obra realizada por Le Corbusier antes de irse a París, o la escultura Le Modulor, que hace referencia al sistema de proporciones del arquitecto suizo y que está basado en las dimensiones del cuerpo humano.
La creación plástica tiene su centro expositivo más importante en el Musée des Beaux-Arts, que alberga la Colección de René y Madeleine Junot, con obras de Van Gogh, Derain, Roualt Lépold Robert y Le Corbusier, y que en estos meses veraniegos acoge la muestra Monochromes. L’affaire du siècle (hasta el 30 de septiembre), una exposición que conmemora el centenario de la creación por Kazimir Malevich de su célebre cuadrado Blanco sobre blanco, y que, a partir de obras de Alexandre Bianchini, Henry Codax, Yves Klein, Allan McCollum o Adrian Schiess, reflexiona sobre cómo la monocromía ha continuado desde entonces inspirando tanto fascinación como preguntas entre los artistas.
Además, el Musée des Beaux-Arts presenta también la muestra temporal Voyages en zigzag. La collection d’Erwin Oberwiler (hasta el 30 de septiembre), una exposición que rinde homenaje al arquitecto Erwin Oberwiler (1935-2017), que desde 1958 fue reuniendo una serie de piezas de creadores suizos contemporáneos de distintos estilos y técnicas, como la abstracción geométrica, el arte concreto y el expresionismo de principios de los años ochenta, de quienes compró inicialmente obras sobre papel, y a quienes siguió en el tiempo hasta reunir un corpus representativo de toda su obra.